Los primeros pasos en Äyll

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La forma de los Selaris se adaptó a las nuevas formas de vida del planeta; tansformandose en formas humanoides, ligeramente gigantes. Iban desnudos o con mantos tejidos de nubes y aire. Se instalaron en un paraíso creado por Kalinor en las nubes; Una extensión casi infinita de tierra blanda y humeda de fino color plata, perla y blanco. Se situaba justo encima de Daegard, invisible al ojo mortal. Fue el hogar de los Selaris hasta que los días de estos se agotaron. Su nombre fue una vez Heladorn.

Debajo del hogar de las divinidades, los mortales evolucionavan decada tras decada, expandiendo sus territorios, transformando sus pueblos en ciudades y multiplicandose de manera exponencial. Y paralelamente al avance de las civilizaciones, de la semilla de los Dathans nacían nuevos Dioses conforme nuevos conceptos se iban creando. Havel, Yaar; dios del honor y la gloria, Vetyára; Threer, diosa de la música y el arte... y Cogadh; Yaar, dios de la Guerra. Cogadh fue engendrado el 352 2ºM Div (año 352 del segundo milenio Divino), cuando Alafs y Duvegs libraron la Primera Batalla conocida en el mundo.

A raíz del nacimiento del Dathan, las guerras se extendieron por todo Daegard, y convirtieron la lucha en uno de los pilares centrales de todas las civilizaciones. Llegaron hasta tal extremo que hasta los dioses tuvieron que intervenir; Casi 300 años después de la Primera Batalla, se produjo la "Marcha de los Titanes"; Los grandes gigantes de las montañas grises abandonaron sus hogares esculpidos en piedra en un intento de arrasar con las tierras del Oeste. Los Selaris, percatándose de la magnitud del problema, descendieron de su hogar en las nubes y se enfrentaron a las grandes calamidades. El mismo Havel en el segundo día de lucha, arranco de cuajo la cabeza del rey troll de un martillazo, finalizando así la batalla. Fue la primera de muchas luchas en las que los Dioses tuvieron que intervenir.

Casi en el comienzo del tercer milenio, el 917 2ºM Div, apareció en Heladorn una nueva Yaar: Amatisa, diosa de la magia y las artes arcanas. Gáriel, complacido, miró la tierra que se alzaba bajo el cielo y observó a los àlafars; en el lecho de su sabiduría, habían descubierto las artes mágicas. Así pues, el padre de los Dioses y de todo, ordenó a Amatisa descender con los elfos para que estos controlaran la magia, la dominaran, y la pudieran usar para el bien mayor, como recompensa por sus descubrimientos. Poco después, algunos hombres ya empezaban a dominar los intelectos arcanos para el beneficio de sus pueblos. Los últimos en recibir el don mágico fueron los duvegars. Los enanos en sus casas de piedra, forjadores y grandes mineros, usaron el don para su más preciada destreza: la creación de armas y armaduras. Los mismos elfos ampliaron su disciplina gracias a las enseñanzas de Amatisa, y se dedicaron a almacenar grandes y grandes cantidades de conocimiento en lugares llamados Bibliotecas, donde se podía consultar y emplear dichos conocimientos para multitud de cosas. Poco a poco, el arcanismo se extendió por todo Daegard, hecho que, junto a la rebeldía de uno de los Yaars, propulsó a toda la civilización al declive completo.

El Falamh - Los orígenes del universoWhere stories live. Discover now