𝓔𝓽𝓮𝓻𝓷𝓪𝓵 𝓛𝓸𝓿𝓮

My dear.

     En un día como tantos aquí inmerso en mi oscuridad, apegándome a cada reflejo por tí, no sabes cuánto deseo tenerte  ... cuánto anhelo robarte solo para mí... Voy deambulando sin rumbo acechándote, perdiendo mi cordura al verte pasar una y otra vez... me está asfixiando, me siento enloquecer- susurraba el joven de mirada perdida ...
A lo lejos su dulce melodía suena una vez más golpeando su mente con la fuerza de un huracán disparándolo hacia ella ...Susurros llegan con la brisa anunciando una noche inusual, verla sentada junto al piano tocando su melodía lo envuelve en un éxtasis abrumador... Sus ojos no pierden de vista ni un solo gesto de la dama, un relámpago lo recorre de pronto y su calma desaparece dejando emerger sus más oscuros impulsos, tenerla tan cerca sin poder alcanzarla lo hace estallar en ira y desesperacion golpeando el impenetrable espejo una y otra vez soltando un grito desgarrador lleno de impotencia y locura ... frustrado apoya su frente en el helado cristal diciendo su nombre en un suspiro, sus ojos empapados la miran una vez más y quedan impactados al verla de pie junto a él, apoyó su mano en el cristal casi en un acto inconsciente, sus labios titubeantes sonrieron y pronunciaron lo que ya se había convertido en su serenata nocturna...
- Cariño mírame a los ojos y dime que hay adentro, que la verdad sea dicha, mi querida, tu no sabes como es...- fue tanto el deseo, que la bella se acercó sin dudar al cristal y sin poder apartar la vista de su reflejo la luna le mostró lo que allí se ocultó durante tanto tiempo...
- Saeran.. - susurró la joven mientras posaba su mano sobre el espejo..- ¿porqué me dejaste?- reclamó estallando en llanto sobre el cristal,sus piernas se aflojaban ante la conmoción cuando de pronto sintió como su mano era tomada con fuerza haciendo que un escalofrios la recorra al alzar la vista y verlo parado frente a ella...
- Calma cariño, aquí estoy...- la joven envuelta en un estado de ensueño se aferró a sus brazos, sus miradas se encontraban después de tantas noches solitarias,  sin casi mediar  palabras se fundieron en el beso más sentido y anhelado, una ráfaga los envolvió sacudiendo los cortinados, elevándolos entre destellos cegadores,todo parecía estallar cuando la fuerza que los mantenía suspendidos desapareció de golpe dejándolos caer en medio del salón ... alzaron sus miradas buscándose para correr a abrazarse entre llantos y risas...
-¡Todo terminó cariño!- decía el joven sin poder creer lo que pasaba - nunca más nos separarán mi querida, nunca más- le repetía una y otra vez...
Ambos quedaron sentados en medio del salon sin querer soltarse, él secó las lágrimas de su amada y le explicó todo lo que había pasado, solo el claro de luna había sido testigo de lo ocurrido, la suave brisa de la noche acariciaba sus rosadas mejillas mientras lo miraba muy atenta a cada palabra pronunciada, no entendía demasiado sólo sabía que ya no quería separarse de él jamás.
Las horas pasaron y aún seguían contemplándose sin poder creer por todo lo que habían pasado, sin comprender completamente porque el destino los había castigado de esa manera...

las primeras luces del alba comienzan a aparecer, ambos sonrieron ya que no recordaban la última vez que pudieron presenciar tal belleza juntos, el besó su mano y la apretó con fuerza mientras las cálidas luces comenzaban a cubrirlos...
De pronto un silencio sepulcral invadió el lugar, él miró con terror el alba cuando una fuerte ráfaga lo embistió con furia arrastrándolo por el encerado piso del salón, ella estiró sus brazos para poder alcanzarlo con desesperación mientras gritaba su nombre -¡Saeran!- pero su voz se desvaneció en el viento, el joven luchaba intensamente contra esa fuerza que lo empujaba cada vez más  a la oscuridad, levantó su vista en busca de su amada y destellos comenzaban a cegarlo haciéndolo  desistir, la voz de aquella anciana sonó como un murmullo en el viento presagiando el fatídico final, en un acto desesperado el joven se abalanzó sobre su amada sentenciando...
- Jamás volverán a separarnos querida- y la tomó en sus brazos fundiéndose en un beso único e interminable con sabor a eternidad, ella abrió sus ojos y observó con terror la oscuridad que rodeaba a su amado, sin poder soltarse sintió como era envuelta en un manto helado, inconscientemente se aferró  a él aún más y por primera vez pudo oir el murmullo de aquella anciana que él le había mencionado, las embestidas de las fuertes ráfagas y los destellos no le permitían salir de esa conmoción, una sensación extraña comenzó a recorrer su cuerpo, ya casi no podía estar en pie, él  la miro a los ojos y la abrazó  con fuerza susurrándole al oido...
- Quédate conmigo...- ella, confundida y aterrorizada contestó - Siempre...- y sintió como su cuerpo se dormía de repente desvaneciéndose en sus brazos al tiempo que el sol se puso en el horizonte devolviendo a la oscuridad lo que le pertenece.

[...muchos años después...]

La naturaleza comenzaba a ganar terreno dentro y fuera del que alguna vez fue un lugar lleno de vida y alegría, a lo lejos se podían divisar los portones de la imponente mansión que ahora lucía totalmente descuidada, aún permanecen los cristales rotos de los enormes ventanales regados en el suelo, sus cortinas rasgadas y sucias daban testimonio de aquel terrible amanecer en el que solo encontraron a la bella señorita tendida en el suelo... sin vida, nunca nadie supo que pasó esa noche, pero por alguna razón nadie jamás se animó a habitar ese lugar otra vez, los lugareños lo llaman " lugar maldito" y juran que por las noches se oye la misma melodía una y otra vez... y en los reflejos se puede ver a la pareja danzar sonriendo felices en medio de un murmullo incomprensible que trae la brisa...
Pero ya saben...Son solo historias, o no?

Fin.