Ein blonder Engel

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ALEX POV

Abrí la puerta lentamente, asomé primero mi cabeza, en la camilla acostada, estaba aquella niña con la que había soñado tanto tiempo

- pasa por favor – escuché su dulce voz y no pude evitar obedecerle, entré por completo y cerré la puerta, me quedé de pie como una estatua ¡no sabía si moverme!, empecé a estrujar una de las mangas de mi chaqueta

- hola – mi voz salió temblorosa

- hola ¿eres Alex? – me pregunta curiosa

- sí, tú debes ser Kara – sonrió de medio lado, la chiquilla me causaba ternura

- sí, soy yo, mucho gusto, por favor ¡acércate! – me pide, torpemente empiezo a caminar hacia ella quedando al borde de la camilla – wow, ¡eres muy bonita! – me dice y yo no puedo evitar sonrojarme

- ¡tú eres preciosa! – le digo con emoción, al fin aquel ángel tenia rostro, nos hundimos en un silencio incomodo mientras nos mirábamos fijamente, sus cabellos eran rubios, sus ojos azules me llenaban de tranquilidad, su nariz perfilada... preciosa, pómulos firmes... ¡en verdad era un ángel! – emmm ¿Cómo te sientes? – le pregunto incomoda

- yo... estoy bien, me duelen un poco las piernas ¡pero no le digas a nadie!, no quiero preocupar a los adultos – me dice haciendo un puchero, sin duda con esas caritas esa niña iba a conquistar el mundo - ¿me ayudas a sentarme? – me pidió, me acerqué al lateral donde estaban los botones y lo pulsé, la camilla se inclinó a un ángulo satisfactorio - ¡gracias! – su sonrisa era preciosa, aclaré mi garganta, ¡estaba encandilada por esa condenada niña!

- emm háblame de ti Kara... - le pedí, quería conocer un poco de su vida, ella agachó su mirada y estrujó as sabanas

- yo... bueno, soy una niña huérfana de ambos padres, crecí en un orfanato en un pueblo lejano... - me contó un poco de su historia... me sorprendió un poco cuando me hablo de una tal Diana, y la otra chica... Lena, de inmediato sentí apatía por esas dos y muchas ganas de golpearlas

- ¡por favor!, no le cuentes eso a nadie – me dijo sonrojada

- nada va a salir de aquí – hice el ademan de cerrar mi boca como cremallera

- ¡gracias!, ahora... por fiiii háblame de ti, ¡quiero conocerte! – inclinó su torso hacia mi dirección, me miraba de una manera que me encantaba e inquietaba a partes iguales, sentía la necesidad de engrandecerme con ella

- bueno... soy Alexandra Danvers, tengo 19 años y curso tercer año de medicina en la universidad de Metrópolis, ¡no hay nada interesante para contar! –

- ¿estudias medicina?, ¡eso es asombroso! ¡yo también quería ser médico! –

- bueno, en cuanto te recuperes regresarás a la escuela, estudiaras lo que te falta y entraras a la universidad –

- no tengo dinero para pagar una carrera tan costosa –

- Kara, ahora todos nosotros somos tu familia ¡y no vamos a desampararte!, así que en unos años seremos colegas – tome su hombro para apretarlo levemente, me encargaría de proteger a este hermoso ángel de todo mal, sus ojitos se llenaron de lagrimas

- ¿puedes abrazarme? – me pidió

- es que... tus heridas, no quiero lastimarte – repliqué

- yo... no me duele, ¡por favor! – no me aguanté y la abracé

- siempre quise tener un hermano o hermana cool –

- ahora la tienes, aunque no soy cool, soy ñoña, ¡tienes que conformarte! – ella reía entre sollozos, intenté separarme, pero ella se aferró a mi chaqueta

- ¡no!, solo... quédate así un poco más – me dijo, y yo obedecí

A eso de las 9 llegaron los cuatro adultos, mamá le traía una canasta de frutas y la señora Cat un recipiente con algo que olía estupendo, ahí recordé que no había comido absolutamente nada, pues mi estómago gruñó como león

- ¡también he traído para ti querida!, - me ofreció otro recipiente, era un emparedado de jamón de pavo, agradecí y le di el primer mordisco... ¡es mujer era una diosa!, tuve que mantener el recato y no devorarlo todo al instante, me sentí observada y decidí buscar a mi acosador, Kara me miraba con sus ojos brillantes mientras comía de su recipiente, al terminar salí de la habitación con mis padres

- ¿Qué tal? – pregunta mi madre nerviosa

- es una niña fantástica mamá – le respondo con emoción - ¿Qué harán con ella? –

- nos mantendremos cerca – dijo mi padre seguro

- yo también quiero estar aquí, he decidido transferirme a la universidad de National City – mire a mis padres en busca de algún reclamo, pero no dijeron nada, solo se limitaron a sonreír mientras asentían

- veo que a ti también te conquistó – mi padre me tomó de los hombros

- que puedo decir... ¡es un dulce conejito! – recordé el apodo que mamá le había puesto


AVISOS PARROQUIALES

Aiudaaaa, la señal esta del asco y casi no me deja entrar a Internet... 

aquí les dejo otro capi, según la perspectiva de Alex... como ya es una adulta no la voy a poner con niñerías de celos y cosas así...


Gracias a todos los que votan y comentan, son una gran motivación para seguir escribiendo

¡los amo pecadores!

rueguen a nuestro señor pepecristo para que pueda tener un Internet estable


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