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El sentimiento más ameno que el ser humano puede experimentar sin duda es la nostalgia, el añoro; recordar el pasado y tener esa constante de un vacío en tu interior.

¿Por qué no llorar por los traumas del pasado en vez de por los momentos felices?, porque es más doloroso recordar que las cosas dejaron de ser así por un motivo.

Saber que no pudiste hacer nada al respecto.

Una que otra vez le había visto llorar, de mano propia como cualquier ser humano conocía ese salado sabor de las lágrimas. Tampoco dudaba de las incontables veces que lloro en su "infancia", cuando era profanado por otros hombres o simplemente cuando se odiaba a sí mismo por el trabajo que tenía que hacer.

Más que el dolor propio es aún más triste ver padecer a quienes amas, quienes se han mantenido fuertes cuando más los has necesitado.

Y aunque en su mente rondara una y otra vez la idea como alguien con todo a su disposición, dinero, una esposa e inclusive gente que haría lo que fuera por el; se despreciara tanto a si mismo.

Mucho peor que tener una razón para odiarte a ti mismo e intentar cambiar para estar conforme es odiarte sin razón alguna. Solo es ese hecho y a pesar de que tantas personas sean las que se interesen por ti te sentirás vacío.

La amena mañana que anunciaba el final de un bastante frío verano daba aún más esa sensación de nostalgia por la suave neblina. Salió a paso ligero detrás de su pareja y como ya era costumbre desde hace varias semanas se sentó sobre el césped.

Un poco más amarillo que de costumbre, húmedo como siempre. Verdaderamente no importaba si se ensayaba un poco las rodillas con la tierra.

Por el césped corría su pareja a paso rápido, solía dar muchas vueltas y en sus propias palabras corría para sentirse libre al igual que cuando compartían recamara.

-No importa cuántas personas crean que te conocen, porque en realidad no es así. Siempre se me acercan para pedir lo que sea que les pueda brindar ante la ekklesía, como si reconocieran algo en mi que ni yo mismo se-.

-Si corro me siento libre, con el viento en la cara imaginando una utopía. Corro para escapar de mi mismo Peter, porque tengo miedo que quien soy en verdad.-

Ese fue el momento exacto en el que se le estrujó el corazón,porque muy en el fondo sabía que no importara cuán lejos corriera no podía escapar de si mismo. Sabía lo que se sentía, esa misión que llevaba acabo era su único escape para un mundo nuevo y ayudar a su nación, pero se sentía tan infeliz de no poder contarle la verdad.

-No importa que tan lejos vayas, no puedes escapar de ti mismo.- le regalo una sonrisa triste.- pero yo siempre estaré ahí junto a ti pase lo que pase.

No necesitaron palabras para finalmente comprender que ese sentimiento era mutuo, una delicada mirada y un abrazo bastó para calmar ese constante vacío.

-A veces no entiendo porque te gusto.- de sus ojos se asomaban lo que parecían pequeñas perlas y diamantes que hacían ver sus ojos azules aún más hermosos.-

-Creo que ni yo puedo responder a esa pregunta.- la cara del contrario se tiño con un semblante algo triste.- porque hay demasiadas cosas por las cuales me gustas.

-¿No quieres soltar tus feromonas para mi?- Ese semblante triste definitivamente se había esfumado dejando solo unas pequeñas perlas en sus mejillas.

Delicadamente pasó su lengua por las mejillas del griego.

-No me dejes nunca.- fuertemente le abrazo, como si ese fuera su ultimo momento juntos. El brazo fue correspondido con un muy bajito "jamás" del castaño.

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Le alegraba tanto la idea de que Wade le haya cumplido su promesa de ir una vez más y poder conocer a sus amigos. Afianzaba el hecho de que realmente era una persona real, sincera y transparente; quizás esa era la razón por la cual conocía tanta gente y era tan amado.

Había conocido a Erik Lehnsherr y Charles Xavier, dos se los más influyentes en las decisiones políticas; además de ser una pareja al parecer secreta le daba esperanza a que pudiera consumar lo mismo con Wade en un futuro.

Los ojos de Charles le recordaban algo a los de Wade, un hombre sumamente inteligente y posiblemente una de las mentes más brillantes de ese tiempo. Con éxito le había explicado como intentó evitar la ejecución de Sócrates tiempo atrás, si uno de los de aquella tierra fue asesinado por ateismo y ser acusado de mutante no podía esperar demasiado a que le depararía si fuera descubierto.

Platicaron de muchas, muchas cosas. En un momento salió a la luz el tema de formar una familia, el oji-azul con suerte su mutación le había permitido concebir a dos gemelos con la cuartada de la "esposa" de Erik.

El problema era que el no era un mutante, tampoco sabía si era en su totalidad fértil pues tenía feromonas pero nada a ciencia cierta que le diera la seguridad de que podría quedar...embarazado. Aprovecho su oportunidad y le hizo cuantas preguntas pudo y le invito a seguir platicando algún día desde de la asamblea, no esperaba sacarle información porque con facilidad podría descubrir sus planes con su mutación aunque asegurara que no gustaba de meterse en la mente de los demás.

Después de todo si quedaba embarazado esa sería la excusa perfecta para amarrar a Wade así ¿no?, pero después ¿que sucedería con su retoño?, si lo descubrían no se quería imaginar que harían con el pequeño; si el plan salía bien y la guerra estallaba corría peligro.

Después de premeditarlo un rato, la mejor opción que tenía era embarazarse. Más tarde lo platicaría con su amorcito.
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-Oh no digas eso..no está mal que llores.- le acarició suavemente la mejilla.

-Ese no es el problema, simplemente no puedo llorar.-

-Claro que sí, eso no te quita nada de hombría cariño.-

-No estás entendiendo, simplemente no soy capaz de llorar.- suspiró pesadamente dejándose caer en la "cama".- es como si las lágrimas estuviera aquí adentro y no quisieran salir.- señaló a su corazón.

-Necesito que me cuentes entonces porque te sientes tan mal.- se recostó a su lado.- Me tienes a mi y cumpliré mi promesa de no irme de tu lado, pero necesito que hagamos esto juntos.- entrelazo los dedos de sus manos.

-Odio todo se mí.- lo miro directamente a los ojos.- no solo físicamente, sino mi personalidad, como trato a los demás.-

-Tú y yo sabemos que eres grandioso.-

-No, Peter no te merezco.- abrió su corazón y las lágrimas brotaron.- mira mis cicatrices de guerra, destruí a ti gente, hice cosas terribles por mis principios. Arruine todo, la vida de Nessa, la de Shikla y ahora arruinare la tuya.- suspiró.- se que tu quieres ayudar a todos, arreglarlos pero no me puedes ayudar a mi porque estoy demasiado roto.

- Lo que no está roto ni se puede arreglar, y aunque fuera así.- con su pulgar limpió las perlas de sus ojos.- no me molestaría que estuvieras roto.

-A veces desearía estar casado contigo, mostrarte como mi esposo ante la sociedad. Formar una familia..-.

——mk me demoré un montón haciendo esto——

Creo que ya saben que es lo que se viene. Y si llore mucho escribiendo esto y el siguiente capítulo xd

Parce aprovechando que hoy es la monda del día de la independencia de Colombia intente hablar con más modismos pero que mamera marica.

Besos Tatiana.

El Trato Griego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora