III

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¿Pero cómo se llama éste mágico mundo? Seguro te lo estarás preguntando.

Se llama “Dail Eirean”, pero los lobos decidieron ser más simples que los
elfos que nombraron aquel mundo y a la hora de elegir un nombre para su reino, simplemente lo llamaron: “El Reino de la Luna llena”.
Y ahora que sabes de la existencia de nuestro mundo, daremos inicio a esta historia.

Todo comenzó con el nacimiento del heredero al trono del Reino de la Luna Llena: el príncipe Min Yoongi hijo de Kyunghoon y Suran Min, el Rey y la Reina respectivamente, ambos recién coronados hacía solamente un año.
No es que el anterior Rey hubiera muerto, solamente había llegado el momento de ceder el trono a su hijo, como dicta la tradición en nuestro reino.

Los hombres lobo viven por siglos, la única forma de matarlos es con algún arma de plata, puede ser la punta de una flecha, una daga, una espada… o una bala, si estás en el mundo de los humanos.

El día en que Yoongi nació, su destino quedó sellado como el futuro Rey, aquel a quien habría que derrotar en un duelo justo para ostentar su corona. Sin embargo, existe otra forma de conquistar el trono. El Rey padre debe abdicar dos días antes de la coronación del nuevo Rey, quien debe contraer matrimonio el mismo día de la coronación, pues siempre debe haber dos gobernantes, el Rey y la Reina… o en caso de que la pareja destinada del Rey sea otro hombre, el Rey consorte.

Ésa otra forma de convertirse en el nuevo Rey, consiste en matar al futuro Rey o a su pareja justo antes de su coronación, ya que una vez que el Rey padre ha abdicado, no puede reclamar el trono de nuevo, incluso si su hijo muere o se niega a ser coronado. En ese caso, se elegirá como nuevo gobernante al pariente más cercano, siempre que éste tenga pareja o le despose el día de su coronación.

¿Pero por qué funciona igual matar al futuro Rey o a su pareja?

Si su pareja muriera, el Rey deberá abdicar y permitir que alguien más tome el trono, ya que un hombre lobo que ha perdido a su pareja, no vivirá mucho más tiempo, pues morirá de tristeza poco después de la pérdida de su amor, de su otra mitad.

Irónicamente no fueron rebeldes, ni usurpadores quienes mataron a Kyunghoon y Suran Min, sino unos vulgares bandidos, buscando robar sus joyas.

Yoongi tenía diez años en ese momento.

Han pasado dieciocho años de ese fatídico día, falta una semana para la coronación del nuevo Rey, quien quedó bajo el cuidado de sus abuelos paternos, fungiendo como sus guardianes y asesores reales en tanto él lograba alcanzar la edad adecuada para tomar el trono de sus padres.

—Me pregunto quién será la futura Reina —preguntó una joven dama
durante la fiesta organizada para el príncipe Yoongi en su vigésimo octavo cumpleaños.

—Dicen que el Oráculo ha revelado que su pareja es un hombre—respondió otra jovencita, cuyo vestido color verde esmeralda parecía a punto de reventar debido a lo apretado que le quedaba.

—¿Entonces su heredero sería su sobrino? —volvió a preguntar la primer chica, quien vestía de amarillo. Su atuendo era menos apretado que el de su amiga, pero con un escote que lograría ruborizar hasta al más descarado.

—Posiblemente… tampoco es que se pueda hacer algo al respecto, todas en la corte desearíamos ser la nueva Reina, pero uno es o no es la pareja destinada del Príncipe. Al menos tenemos al Oráculo, que puede decirnos dónde encontrar a nuestra pareja si no la hemos encontrado a cierta edad.

El oráculo es también la pareja de un hombre lobo, se trata de un hada que
trabaja para sus majestades desde hace varios siglos, en realidad no es la única hada en este reino, e incluso hay varias otras criaturas viviendo aquí, también humanos, por cierto: cuando alguien que no es un hombre lobo se acopla con uno, su tiempo de vida se alarga para vivir tanto como el licántropo con quien se ha emparejado, pero sólo si es su verdadera pareja.

La chica del vestido amarillo frunció sus labios y su entrecejo al mismo
tiempo, haciendo un silencioso berrinche.

—Es tan injusto —se quejó como si fuera una niña encaprichada y
ciertamente estaba actuando como una.

—Además, cuando encuentres a tu pareja eso ya no te importará. —La chica del vestido verde se encogió de hombros al tiempo que se llevaba un bocadillo de queso a los labios.

—Pero eso no impide que tenga que escuchar el sinfín de quejas de mi
madre. Está convencida de que yo sería la Reina perfecta.

—Y tú no has estado quejándote de lo mismo ¿verdad? —La otra dama enarcó una ceja, pues llevaba meses escuchándola decir lo mismo.

Jihyo, que así se llamaba la doncella vestida de amarillo, frunció los labios y suspiró dramáticamente.

—Bien, lo admito, pero la mayoría de las veces sólo repito lo que mi madre dice todo el día, todos los días. Aunque supongo que tienes razón, cuando encuentre a mi pareja esto ya no me importará.

En ese momento el Príncipe apareció finalmente en la fiesta, ese día también había ido al mundo de los humanos, al trabajo que había conseguido como pretexto para acercarse a su pareja.
Se vía tan impresionante como siempre, con su largo cabello rojo.

El reino de los lobos; yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora