V

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Seokjin no prestó mucha atención en clase, en lugar de eso, estuvo leyendo a escondidas el libro. Tampoco asistió al gimnasio, cierto que su padre iba a ver al entrenador una o dos veces por semana, pero dado que el día anterior su padre se había presentado para verle entrenar, o mejor dicho, para vigilar que entrenara, se sintió lo bastante tranquilo para tumbarse en el pasto que rodeaba la biblioteca y leer hasta que fuera hora de regresar a casa.

Sus ojos recorrían de manera ansiosa las páginas del libro, que describían el
Reino de la Luna Llena como una especie de feudo medieval, mezclado con la jerarquía de una manada de lobos. No era una manada demasiado numerosa, pues sólo una fracción de la población real de hombres lobo residía ahí. Había, lobos viviendo en el mundo de los humanos, ocultos, manteniendo una necesaria discreción que les permitía llevar vidas relativamente normales en dicho mundo, pero incluso esas comunidades eran regidas por la autoridad del gobernante del Reino de la Luna Llena, claro, tenían a sus propios gobernantes o Alfas, pero
éstos a su vez obedecían al Rey, o en este caso, al Príncipe.

Seokjin estaba cautivado por el mundo descrito ante sus ojos, pero lo que más le atraía, lo que le hacía devorar página tras página del libro, eran las menciones hechas al príncipe Min. La seriedad con que se tomaba su trabajo como gobernante y la pasión con que buscaba a su pareja le tenían encandilado.
El Príncipe era extremadamente serio, y su forma de hablar le recordaba a los reyes de épocas pasadas, era quizás excesivamente formal para el mundo al que Seokjin estaba acostumbrado, pero ese rasgo en Él, también fascinaba al chico que no podía hacer otra cosa que seguir leyendo, buscando más datos del
hombre que ya ocupaba cada uno de sus pensamientos.

Las horas pasaron y cuando vio su reloj, se dio cuenta de lo tarde que se le había hecho para volver a casa. Agarró sus cosas y corrió para tomar un taxi, rezando porque su padre no hubiese llegado aún a casa.

El reino de los lobos; yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora