Tome mi maleta llena de todas mis pertenencias y mire por última vez el que había sido mi cuarto desde que era una niña. Estaba vacío, no había ni un póster, ni una fotografía, solamente quedaban mis muebles y la que había sido mi cama estaba totalmente desnuda, si me iba a ir sería con todas mis cosas, sin excepción alguna.
Salí de la habitación y cerré la puerta. Era oficial, había hartado a mis padres con todas mis tonterías, incluso a Claudia que era muy madura para su edad.
-¿Elena, estás lista? Tu tía te está esperando. -Grita mi padre, seguramente desde el patio.
No le respondo, solamente me acomodo el pelo con una coleta alta y arrastró mi enorme y pesada maleta por todo el pasillo hasta llegar a la entrada principal.
Cuando abro la puerta veo que mi tía esta abrazando a mi madre y mi padre le está acariciando el pelo intentándola consolar.
"Patético" es la primera palabra que me viene a la mente, pero no puedo evitar sentir una opresión en el pecho al ver a mi madre en ese estado.
-¿Estás lista? -Pregunta mi hermana cuando me ve salir de la casa y cerrar la puerta.
-Sé que te urge que me largue, pero mínimo espérame un poco. -Musito mientras pongo los ojos en blanco.
Odio a mi hermana pero no tengo que fingir que ella me agrada ya que ella tampoco me tiene aprecio alguno. Siempre dice que soy un desastre y una carga para mis padres y yo pienso que ella es la maldita copia de la hija perfecta, sinceramente no le creo que haya intentado hacer algo por mi.
-Como sea. -Ella también pone sus ojos en blanco y se gira sobre sus talones con dirección hacia mis padres.
-Tía Sarah, mi hermana ya está aquí. -Ella siempre tan educada y cortés, me produce náuseas.
Mi madre se separa de mi tía y me sonríe.
-Mi niña ¿ya estás lista? -Mi madre se limpia la cara intentando eliminar cualquier rastro de llanto.
Le ignoro y sigo caminando hacia el coche de mi padre con mi maleta. Abro la cochera y aviento la enorme maleta, me acamodo la bolsa con todas mis cosas importantes y miro con dirección hacia mi tía. Todos tienen los ojos puestos en mi, esperando mi respuesta; miro a mi tía y asiento.
-Vamonos. -Entro en coche y me coloco en los asientos traseros.
-Es que no se siente lista para irse, no se preocupe tía, ya se le pasará. -Mi hermana, siempre intentando justificar el desastre que soy para que todo el mundo piense que ella es niña perfecta con su familia perfecta.
Veo a mi tía sonreirle a mi hermana y entrar en el coche al igual que mis padres y mi insoportable hermana. Mi padre enciende el coche y mi madre me dedica una media sonrisa desde el asiento del copiloto.
Durante todo el trayecto mi tía se la pasa mirando por la ventana cada edificación que se cruce mientras les ve con asombro, como si fuera una niña pequeña; mis padres solo hablan de qué camino deberían tomar para que no les toqué trafico; y mi hermana tiene una de sus miles discusiones mentales. Cuando Claudia se decide por lo que va a hacer, asiente la cabeza y se gira hacia a mi.
-Ele... -Se detiene unos segundos, a lo mejor está pensando si debería decirme y desatar una posible discusión o dejar esta paz que nos gobierna. - Deberías ser más amable con la tía Sarah, te está llevando a su casa al fin y al cabo -Me susurra, decidiéndose por la primera opción.
-Claro, ¿Por qué sería descortés con alguien que ayuda a alejarme de mi hogar? -le contesto en voz baja y le sonrió con sarcasmo.
Ella está a punto de replicar pero como no tengo ganas de pelearme con ella y que mis padres le den la razón después, decido ponerme mis audífonos e ignorarla.
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Mi Bello Karma
Novela JuvenilMi forma de ser llevo a que mis padres me llevaran al pueblo de mis tías donde aprendería que mis acciones llevan consecuencias. Claro como si eso fuera posible ¿o me equivoco?