Capitulo 43 (Alanna 2/2)

60.5K 2.8K 616
                                    


¡Oh oh!... Esto desatará la tercera guerra mundial... 3...2...1...

—¡Lia Ferretti Ivanov! — el grito de don papi rico, se escuchó en todo el edificio.

Lía, se encontraba cabalgando a un hombre que en este momento no logramos ver a la cara, por la posición del sofá y... Por la posición de ellos.

Lo bueno es que no estaba del todo desnuda, por lo menos trae puesta una camisa, que creo es del semental al que estaba montando.

«Si, si, eso no ayuda en lo más mínimo, ¡pero cubre algo!»

La casi enviada a la horca, levantó el rostro y bajó de su montura (será excelente en equitación). Mala idea, muy, muy mala idea.

—Dante, oh mi dios, oh mi dios... No es lo que crees que estás viendo — trataba de cubrirse lo más que puede con la camisa, que por cierto ese semental debe ser enorme, porque parece; Alanna con las camisa de don gruñón bipolar.

Mi sabroso, estaba que casi sacaba humo, vaya que era así. Sus manos en forma de puños y su hermoso color de piel, se tornó roja. Tal y como se pone cuando está en trabajo físico, entrando y saliendo de mi... Mmmm.

«No te distraigas pecadora»

Dante avanzó unas grandes zancadas, traté de detenerlo pero con esta falda ajustada, nada más no se puede.

«¡Ah pero quieres andar toda envuelta como tamalito Mexicano!»

Lía se puso de pie, tratando de impedir lo inevitable, pero el hombre misterioso, alargó una mano y la detuvo.

—No muñeca — habló y yo me quede muda, al parecer mi sabroso también lo notó, pues se detuvo de golpe...¡No puede ser!

Bryan Smith, se puso de pie, girando a nosotros. Parpadee un par de veces para apreciar semejante obra de arte y un... Uff, que calor hace aquí.

—¡JODER! — la cara de horror de mi hombre era digna de ver.— maldición Bryan, esconde esas miserias.— oh cariño no te enceles, tu tienes lo tuyo, y en grosor nadie te supera condenándote— ¡Nena cúbrete los ojos! — yo como toda niña obediente que me enseñó a ser mis papis, acaté mi orden.

Coloqué mi mano extendida, cubriendo mis ojitos. No era mi culpa que por entre medio de mis dedos diminutos, se filtre cierta imagen, tan para...lizante.

— Jodido cabrón, mi hermana es una niña para ti — se abalanzó hacia él, pero Lía se puso entre medio.

—No te atrevas Dante Ferretti, o te juró que antes tendrás que pasar sobre mi — Lía, defendió a su hombre con todas las garras,  y eso me hizo sonreír a lo grande.

— Apártate Lía, — habló entre dientes— como te atreviste, a algo así y en mi propia casa. — a no chiquitito, eso si que no.

—¿Perdón?, por ahora tu no vives aquí, así que no estés jodiendo.— Bryan se colocó sus bóxer y el pantalón, hice una mueca decepcionada.

«Lástima»

—Lía y yo, estamos saliendo desde hace casi dos meses pero no era nada serio. —intervino el monumento— pero nos daremos la oportunidad de ver hasta donde llega nuestra relación. Si no te lo comente fue por petición de ella.— dio un paso hacia el— no por que te tenga miedo Ferretti. — huy, esté es de esos escasos que enfrentan a mi Dante... me gusta.

—Pues desde ya te digo que no estoy de acuerdo, y tú, sube a tu habitación y vístete, de preferir que sea algo tuyo. —reprendió a su princesa.

Pequeña Gran Debilidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora