Capítulo 3

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Scott revisó triste la calidez de sus muffins recién horneados, los niños habían instalado en la sala un videojuego reciente y olvidaron la existencia de los adultos. Fueron groseros al rechazar los panquecitos que Lang preparó autodidacta, pero al menos otros papás aceptaron cordiales la colación. Con el jardín desértico y Jarvis sin tareas que cumplir Parker quedó sin trabajo, intentó divertir a los chicos con acrobacias, llamó la atención trepando árboles, saltó de una atracción a otra, pero hasta los niños le habían ordenado que se atragantara con polen.

Inmutables ante la aparición de Gamora, Mantis, Rocket y otros vengadores que se colaron a la fiesta, el anfitrión perdió el ánimo. Cassie estaba ahí sentada en medio de dos mocosos que solo emitían términos raros durante las partidas, sin decir nada, y eso a Scott le molestó bastante. Su hijita tenía todo para asombrar a sus compañeros, pero en la actualidad, parecía que todos preferían mover rápido los dedos detrás de la pantalla.

- ¿Quieres que ayude, amor? - Clint se acercó a su esposo y lo miró confiado. - Y no te preocupes, tus panquecitos son deliciosos. Preparaste mi favorito. -

Quill miró a otro lado e imitó sensación de nauseas con su rostro. - Si puedes despegarlos de la televisión te lo agradecería mucho. - Scott contestó. - Iré a repartir estos muffins, te veo en un momento. -

- ¡Parker! - Hawkeye llamó y Peter se manifestó veloz. - ¿Quieres ganar dinero extra? -

- Oh, bueno, no sabría cómo podría ser posible, el tío Lang... ¡Barton-Lang! - Rectificó cuando los ojos de los papás cayeron sobre él. - Sí, el tío Barton-Lang es quien está a cargo del dinero. -

- Vamos niño, soy su esposo. - Clint presumió y se llevó a la abeja al jardín. - Será muy divertido.... -

Quill tuvo que respirar y se atragantó con una miscelánea de "m&m" - Oye suena bien, "Scott Barton Lang" -

- Drax. Vuelves a decir eso y te juro que no vuelves a poner un pie en el Milano. - Sentenció. -

Clint debía ser muy valiente para fusionar a Peter con una ruleta, lo amarró con cuerdas que encontró por ahí y preparó un montón de carcajs con flechas de colores. Las puntas de acero fueron reemplazadas con algodón, Barton no era tan idiota para malherir a Peter sabiendo que Tony era celoso, sobreprotector y radical. Sin embargo, lo mejor ocurrió cuando animó a los niños a disparar a la "abeja Parker", una mezcla de violencia y cuentos infantiles que ningún mocoso resistiría. Enseñó su demostración y le dio el liderazgo a Cassie, su hija se había llenado de júbilo al ver cómo todos los niños decían que su padre era increíble.

Hawkeye volvió con su esposo a la terraza de madera y dejó su mano en su cintura. - Pan comido. -

- Oh, Scott. - Una mamá suspiró flechada. - Tu esposo sabe cómo tomar decisiones rápido. -

- Supongo que es lo que amo de él - Lang contestó y acercó su rostro a quemarropa de Clint. - Es certero, esos ojos cuando se clavan en ti, no hay forma de poder esquivarlos. -

- Ya lo creo, debe ser excelente para "perforar blancos" - Otra madre susurró y Quill, sucio metiche buscando comida empezó a toser por el comentario. - Díganme, ¿Ustedes quieren hijos? -

Ahí Starlord corrió a servirse un vaso de alcohol. Sí, terrible había sido la idea de invitar a Rocket, ese pordiosero debió entender mal la invitación o actuó a su antojo pues, solicitó una barra libre sin analizar que era una fiesta de colegio. No obstante, a la directora ni siquiera le molestó.

- Pues... - Scott se encogió de hombros. - Tenemos a Cassie. -

- Sí, pero, las familias siempre crecen mucho. ¿Han considerado tener más niños? -

Clint miró confuso a Scott, ¿Habían ensayado una respuesta para ello? Por supuesto que no. Así que Barton tomó el mando en la relación, volteó para observar a Quill cruzado de brazos y palpando el área donde faltaba su anillo de bodas. Respiró y tomó una decisión, debía tener un mínimo de respeto por los límites de la mentira, así que, con Parker girando sin parar y pidiendo auxilio emitió respuesta. - ¡Sí queremos! -

- ¡¿Sí queremos?! - Scott y Quill contestaron en tonos muy diferentes: asombro e ira. -

- Yo siempre he querido tener niños, y si puedo hacerlo con el hombre que amo. - Barton abrazó a Scott desde la cintura y escuchó la condescendencia de las mamás. - No veo a nadie que no seas tú, hormiguita. -

Hawkeye besó la mejilla de su esposo y Quill apretó su vaso hasta romperlo. Su mano temblorosa desplegó sangre por los cristales incrustados en la palma, pero ni siquiera el dolor físico era comparable al mental. Scott no dudó un segundo en alejarse de ahí para ayudar a Quill, lo llevó hacia la sala y abrió la puerta del baño.

- ¡Oiga señor Barton! - Parker suplicó aún con flechas sobre su cuerpo. - ¿Puedo parar un rato? -

- ¡Confía en el poder abejil Peter! ¡Como abeja! -

- Le voy a partir la cara a ese idiota. - Quill intuyó. - Lo voy a amarrar a esa ruleta y ... -

- ¡Estrellita! - Scott se congeló cuando un papá salió de la cocina. - Es decir, Starlord, todo estará bien, sé que es difícil para ti, pero solo cuatro o cinco horas más y todo será como antes. Tienes que relajarte. -

- ¿Calmarme? Ese imbécil solo se ríe cuando esas caza-maridos hablan sobre lo bien que te folla, te cambió el apellido a Barton y, además. - Quill levantó la voz. - ¡Está hablando de tener más hijos! -

Antman evaluó el territorio y comprendió que corría alto riesgo si soltaba información ahí, así que decidió hacerlo detrás de una puerta. Pero cuando entró al baño, descubrió a Bucky y T'challa besándose sobre el lavabo, Scott cerró con estrépito y se llevó a su esposo a su habitación, donde empezó a curar las heridas del idiota con un pequeño botiquín de primeros auxilios.

- ¿Puedo golpear a Clint cuando todo esto termine? -

- Claro que no, Quill. - Respondió con el ceño fruncido. - Lamento que tengas que pasar por esto. -

- Yo sí quería otro bebé. - Scott levantó la mirada cuando escuchó a su esposo. - Pero Barton lo arruinó. -

- ¿Hablas en serio, estrellita? - Antman se emocionó. Caminó fugaz a cerrar la puerta del cuarto y volvió a sentarse en la cama. - Otro bebé... Yo creía que tú -

- Me ponía nervioso decirlo, hormiguita, estaba esperando un buen momento para decirlo. - Quill se acercó y acarició la mejilla de Scott. - Dejé todo por ti y quiero construir mi vida contigo. ¿Tú no? -

Ahí fue cuando Lang abrazó a Quill y le dio un beso largo. Olvidó por un minuto todo el plan y recostó a su esposo en la cama, haciendo más profundo el beso. Le dio varias caricias en el cuello, Quill intentó quitarle el suéter, pero Scott no se lo permitió, aún así lo abrazó fuerte y no dejó de mover sus labios contra los suyos hasta que tuviera una buena razón para hacerlo. Lo peligroso, a ninguno de los idiotas se le ocurrió cerrar las cortinas.

- Yondu Quill Lang. - Scott sonrió inocente. - Pensé que sería un nombre bonito. -

Los ojos de Peter se volvieron un poco vidriosos, pero el pesar se desvaneció cuando la alegría recorrió cada músculo de su cuerpo e hizo abrazar a su esposo con fuerza. - No sabes cuanto te amo, Scottie. -

Quill intentó tener sexo con su hormiguita, pero alguien llamó a la puerta, así que Starlord no tuvo opción más que asistir al condenado infeliz y notó a Hope con una cara de pocos amigos. - ¿Se te perdió algo? -

- No sé quién de los dos es más idiota, pero apostaría el reino cuántico a que es Scottie. - Ella ingresó a la habitación, tomó a Scott de la oreja y lo sacó a contrapelo. - Vuelve a tu posición, esto aún no termina. -

Starlord respiró para no atacar a Hope con un improperio y se mentalizó para ver cómo su esposo debía fingir caricias con Hawkeye. Lo interesante de todo fue, que cuando bajó las escaleras, Falcon estaba muy entusiasmado por hablar con él. Ni siquiera lo conocía, pero le daba la sensación de que ese hombre tenía muchas cosas que decirle de su amada hormiguita. 

Injuria [StarAnt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora