A veces me pregunto si algún día podré curarte, o por lo menos la herida que abriste a degüello, supongo que no, supongo que hay cosas imperecederas que nunca se marchan, más que recuerdos sensaciones. Y es que eres como una cicatriz con relieve, de todas las que tengo la más fea lleva tu nombre, marcada a fuego, si buscas bien seguro que la encuentras, no es muy complicado.
Es cierto que quizás ya no dueles, pero lo hiciste y no sabes con qué intensidad.
Al final las terapias te ayudan a gestionar los arrebatos de ira, la culpabilidad invertida. Pasas por mi mente en más de una ocasión a cámara rápida, el peor trailer de mi vida.
Es curioso.
Como siempre e sabido perdonar cualquier tipo de maldad, exceptuando la tuya, creo que tú y las personas como tú tenéis algo dentro que está roto y por consecuente rompéis a los demás.
Supongo que por eso eres imperecedero, por que fuiste el peor capítulo de mi vida, y lo bueno cuesta poco de olvidar pero lo malo... lo malo cuesta siglos de sanar.
Tranquilo seguiré escribiéndote probablemente siempre, es la única forma que tengo las mañanas como estás, cuando te despiertas con la sensación de rabia y frustración por que el trailer de tu vida a decidido activarse así por que si cuando tú llevabas meses con el pause y la ventanilla minimizada.
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Déjate soñar los 365 días
PoetryLa vida sigue, fluye, se escapa, avanza y no espera, sobre todo no espera, simplemente deja rastro de los que están y los que no. Una vez me dijeron que esto no era una carrera, que no se trataba de llegar el primero, se equivocaban esto es una puta...