RUN

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Despierto con un sabor amargo en la boca. Dolor de cabeza. Respirar se hace un trabajo forzado. Tratando de dar unas bocanadas de aire, entrecortado. En cuanto comienzo a recuperar la consciencia todo alrededor no es más que humedad y piedra. Todo parece familiar, casi puedo sentir lo que se aproxima. Pero no, puedo estar al borde de mis emociones, pero no puedo conectar un recuerdo en concreto, menos, una predicción. Estoy atado a una silla. Una cuerda rodea mis piernas mientras que la otra forma un nudo casi perfecto alrededor de mis manos.

"puedes zafarte, rápido"

No puedo decir que es una voz interna, pero sino, ¿de donde proviene? al menos, tiene razón. Las ataduras tienen un extremo mas largo que el otro, casi haciendo una invitación a hacer una pequeña maniobra para deshacerlo fácilmente. Miro a mi alrededor, parece estar todo vacío. Una sensación horrible en el estómago me advierte. Necesito escapar ahora. Tal y como predije, pude desatarme sin mucha dificultad. Todo es tan extraño, te parecerá loco, pero siento que estoy más seguro aferrándome a esa silla.

"ya viene, corre."

Otra vez la voz. Tan peculiar, tan profunda. Casi como dibujando una sonrisa macabra. Ésto le divierte. ¿Estoy perdiendo la cabeza? ¿En que estoy pensando? Tengo que correr, mi cuerpo lo anuncia con un sudor que recorre toda mi espina. Mi corazón advierte un latido desproporcionado. Pero mi mente, muy en el fondo, casi como humo, me detiene. Como un método de defensa. Pero, ¿será sugestión o una imagen creada a partir del miedo?

Carcajadas descaradas inundan la habitación. Son niños, niños riendo alunisono.

"ya está aqui"

Gritan emocionados, como si fueran a presenciar un festín celestial. No hay tiempo de pensar, ¿porque usar el cerebro ahora? he sido un idiota la mayor parte de mi vida, debo actuar por instinto y correr por mi puta vida.

Desato mis piernas. Esta vez me cuesta más. ¿Porque permanecí sentado tanto tiempo? cediendo a la presión, mi respiración comienza a agitarse, quiero llorar. Las risas aumentan, se regocijan. Y de pronto, silencio. Al fondo del enorme sitio, tras una puerta con una ventanilla casi imperceptible, un rostro. Blanco. Dos ojos brillantes, grandes. Y desde ahí hacia abajo, un trozo de tela, que cubre su nariz y boca. Logro desatarme al mismo tiempo que "eso" entra.

"corre, corre, corre"

Sin pensarlo, sin mirar atrás, corro como un desgraciado. Escucho sus pasos. Corre detrás de mi. Logro salir afuera. Es de día. Nublado y lluvioso. Vacío. Lloro y ruego poder terminar con mi agonía. Lo que sea que viene tras de mi, quiere matarme y regocijarse con mi sufrimiento. Un túnel. Si logro llegar, si logro hacer una maniobra y perderlo.. Caigo al suelo. Mi nariz cruje. Un trozo de diente delantero sale eyectado seguido de un chorro de sangre. Debo levantarme. Está cerca.

Y de pronto. Un auto. Cruzando el túnel, un pequeño Ford azul.

"deja vu"

Me levanto. "Detente porfavor" pienso. Los pasos se sienten a no más de dos metros. NO MIRES ATRÁS. El auto se detiene. No hay nadie dentro. Cediendo a la desesperación, casi infartante, me subo al vehículo.

Nadie venía detrás. Estás perdiendo la cabeza Jonny.. ¿Así era? El auto Estaba apagado. Como si nunca se hubiera accionado, como si todo fuera.. Un montaje! Como el teatro!

Cuando el pensamiento cruza mi cabeza, una cuerda alrededor de mi cuello. Tras de mi en el auto, el mismo rostro blanco, esta vez sin nada que me detenga ver su gran sonrisa. Amplia y alargada. Con dientes afilados y la saliva corriendo.

Comienzo por sentir que mis pulmones se encienden, como una pequeña llama. No puedo luchar. La llama se extiende por todo mi cuerpo. Mis ojos van a estallar. Van a estallar. Veo rayos. Destellos de colores. Ya no escucho nada. Los dedos de mis pies y manos sienten múltiples ataques de agujas. Y de pronto, oscuridad. Y nada más. Bueno, casi nada, también hay.. frío. Es helado, como cuando puedes ver tu propio aliento en el aire. El fuego que se apoderaba de todo mi cuerpo ahora es un templo de hielo.

Despierto con un sabor amargo en la boca. Dolor de cabeza. Respirar se hace un trabajo forzado. Tratando de dar unas bocanadas de aire, entrecortado. En cuanto comienzo a recuperar la consciencia todo alrededor no es más que humedad y piedra. Todo parece familiar, casi puedo sentir lo que se aproxima.

Relatos enervantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora