Capítulo trece.

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Lo siento, de verdad.

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Miedo”

Barbara -punto de vista-

––¡Diego!––chillé a todo pulmón en el momento que entré a la cocina.

Todo aquello era un desastre. Platos y vasos sucios yacían esparcidos por todo el mueble de cocinar, cucharas, tenedores y cuchillos estaban tirados en el fregadero y había chocolate derretido por todas partes.

––¡¿Qué demonios le hicistes a la cocina?!––chillé de nuevo, esperando que el culo de mi hermano mayor apareciese por la puerta de la cocina.

Después de unos segundos más tarde, Diego hizo su aparición por el umbral de la cocina, se aterró del resultado.

––¡Mierda, las tortitas!––maldeció corriendo hacía las sartenes.

––¿Tortitas? ¿Te refieres a eso que está pegado al techo?––pregunté, señalando con el dedo índice la pared de arriba. Él volvió a echar un par de maldiciones por su boca en voz baja.

––Mierda Barbie, lo siento; sólo quería hacerte un desayuno como Dios manda por tu ayuda y... me salió mal.

Se me estrujó el corazón de ternura, tenía el maldito mejor hermano de todo el mundo.

––Lo siento mucho, ahora mismo lo limpio, no te preocupes––se disculpó él corriendo a por la escoba.

––No importa Diego, es muy dulce lo que hicistes.

––No sé si estaba dulce, realmente––se encogió de hombros.

Negué, con él no había forma de explicarse sin pensar en un doble sentido para todo.

––Es igual, voy a vestirme.

––¿Vas a salir?––preguntó pasando un trapo mojado sobre la encimera llena de chocolate.

––Sí, hay algunas cosas que faltan en tu nevera para la comida que haré.

––¿Qué vas a hacer?

––Ah, sorpresa––sonreí y me encaminé a mi cuarto, escuchando las constantes maldiciones de Diego desde las escaleras, me eché a reír, era tan idiota.

Caminé de forma indiferente hasta mi vestidor, el cual estaba empotrado a la pared, teniendo más espacio en la habitación donde me alojaba. Suspiré admirando toda mi ropa, la mitad estaba algo vieja y desgastada, totalmente opuesto a lo que una adolescente de mi nivel llevaría; pero eso no tiene importancia para mí. Aunque necesitaba una renovación de armario urgentemente si no quería parecer mi abuela.

Las notas y los mensajes de textos de ''anónimo'' era una de las cosas primordiales que no lograban salir de mi cabeza incluso con agua fría. Cada vez que mi móvil sonaba con el tono de un mensaje todo mi cuerpo entero temblaba.

Tenía miedo, me sentía extrañamente pequeña cuando leía uno de ellos y a la vez sentía pura curiosidad de saber quién o qué andaba detrás de todo esto y porque de las muchas personas que había en todo Bradford, me había elegido a mí para asustar.

Logré vestirme en tiempo récord, 15 minutos exactos, ni más ni menos. Suspiré satisfecha de lo que veía en el espejo. Yo no tenía un enorme ego por el cual podía pasarme miles de horas mirándome al espejo y llamándome perfecta a cada segundo, no, para nada.

La gente pensaba que por tener dinero ya era ese tipo de chicas que cada día llevaba un bolso de marca distinto al anterior, nuevos zapatos pero, ¡qué va! El echo de que tuviese tanto dinero era porque mi padre trabajó lo suficientemente duro para llevar a delante a su familia, pero cómo era de esperar, mi madre no tiene ningún parecido a mí en eso de la vanidad. En el momento que a papá lo proclamaron jefe en Investmen Bradford's Bank, corriendo mi madre lo proclamó por toda la ciudad, presumiendo claramente de su nuevo sueldo mensual. Mi madre sin duda no era una mujer bondadosa, en comparación a mí y a mi hermano. Por eso nuestra relación no era tan buena como con papá.

Él sí me entendía.

Cuando salí al exterior mi móvil vibró al igual que mi cuerpo lo hizo en reacción. De nuevo era un mensaje de anónimo, con el cual me enfrenté de una forma que ni yo misma conocía que había dentro de mí.

¿Sabes bonita? No puedes fiarte de nadie ya. La gente va a traicionarte en cuánto el peligro les aceche, ¿no me crees? Pregúntale a tu amiga, la señorita Bell :)x”

Mi corazón latió rápidamente, que se hubiesen metido conmigo pasaba, pero si encima habían metido a Daphne de por medio, la situación se pasaba de castaño oscuro, y yo debía ponerle fin.

Dark Side «#1 Abduction» || malik. [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora