Capítulo once.

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Maratón de dos capitulosss, ah.

Sentimientos extraños..”

Barbara -punto de vista-

Eran las diez de la mañana cuando mi móvil se encontraba sonando al ritmo de “Girl on Fire” de Alicia Keys, avisándome de que en menos de una hora tendría que estar alojándome por unos días en casa de Diego. Ya tenía las maletas echas desde la noche anterior. A penas pude pegar ojo debido que en la madrugada mi móvil vibró con un mensaje que me dejó casi sin aliento.

Me estaba haciendo volver loca cada vez que salía a la calle y miraba a todos lados, observando que nadie me seguía o me espiaba desde lugares escondidos. Mi corazón latía fuertemente cada vez que me hayaba sola en casa y escuchaba pisadas. Por eso fue que decidí adelantar la mudanza a casa de mi hermano. Le dejé una nota en el refrijerador a mamá asegurándole que estaba bien -a pesar de que eso a ella le daba exactamente igual- y bajé las escaleras sosteniendo las maletas en mis manos.

Mi móvil vibró en el bolsillo de mi pantalón y todo mi cuerpo tembló ante el extraño sentimiento de miedo que sentía cuando eso ocurría. Ultimamente desde los mensajitos me sentía algo paranóica y no lograba pensar con claridad lo que en verdad estaba ocurriendo.

Para mi suerte era mi hermano avisándome de que en menos de cinco minutos llegaría en su Rabbit Cabriolet, cosa que me alivió toda la anatomía.

Ajusté bien la sudadera roja con el logo de Duff y miré nerviosamente el reloj que yacía en mi muñeca, con un movimiento ligero de pies llegué rápidamente hasta la puerta, dónde divisé el coche de Diego. Sonreí cuando lo vi acercarse a ayudarme con las maletas. Besó mi frente cuando se situó a mi lado y tomó la más grande y pesada.

––Caray, ¿qué llevas aquí?––preguntó levantando su ceja––Parece como si hubieses metido un enorme mamut dentro.

––Mejor prevenir que curar, hermanito.

––Que te vienes dos semanas a mi casa, no te vas al otro lado del océano.

––Deja de quejarte, que voy a limpiarte y cocinarte gratis––regañé y él sólo sonrió mostrando hoyuelos en su barbilla.

Bufé mientras metía el resto de maletas al maletero, dónde miles de envoltorios yacían esparcidos, realmente Diego coleccionaba mierda.

De un momento a otro, escuché la risa de Diego detrás mía y me giré con una ceja levantada, buscando la razón de su ronca carcajada.

––¿Qué está ocurriendo para qué rías como un esquizofŕenico?––pregunté rodando los ojos.

––Eddie me mandó un vídeo, míralo.

Me situé a su lado, mirando la pantalla táctil de su móvil, él le dio al botón de “play” y el vídeo comenzó con un gato animado contando un chiste.

––¡Dios mío!––chillé cuando el vídeo acabó, Diego volvió a reír, y yo sólo solté una sonora carcajada––¡Es el chiste más malo del mundo!

––A mí me hace gracia, Barbie––se encogió de hombros.

––A ti te hace gracia incluso ver una paloma volando––reproché, él sólo asintió en acuerdo conmigo––¿Se te ofrece algo para comer hoy?

––¿Te parece bien si ordenamos pizza? No me parece justo hacerte cocinar tu primer día en mi casa.

––Por mí bien.––asentí con una sonrisa ante su consideración.

Zayn -punto de vista-

Sonreí satisfecho mientras daba la última ojeada a la pequeña nota que acababa de escribir, suspiré y la releí una vez más, contento con el resultado que había plasmado en ésta.

––Hola bro, ¿qué haces?––Niall se paseó por la cocina muy animadamente.

––Nada, sólo escribo la nota para Matthew.

––¿Aún piensas seguir con todo esto, Zayn? Ella no tiene que ver en absoluto con Gallagher, sólo es la novia de su hijo.

––No tiene importancia para mí, rubiales; Barbara Matthew es lo más importante –a parte de las carreras– en la vida de Spencer, por lo tanto esa chica debe de ser importante para Lucius, si ese novato de Spencer se entera que tenemos a su novia, hará todo lo posible para tenerla de vuelta, ¿no lo piensas? Soy un jodido genio.––alardeé mientras él revolvía su pelo

––Sólo ten cuidado con ella ¿sí? Intenta no meterte en líos.

––Agh, luces como mi padre, Niall.

Niall bufó y salió de la cocina tarareando una canción al mismo tiempo que bebía de su cerveza y llevaba otra cerveza en su mano, la cual supongo que sería para Harry ya que era sin alcohol –Harry era menor–

Eché el último vistazo a la carta que recientemente había escrito y mordí mi labio.

Deberías haber salido corriendo cuando aún tenías oportunidad, porque pobre de ti, ahora estás metida en el fondo de la boca del lobo. Y ni siquiera tu novio podrá sacarte. – Anónimo x.”

Dark Side «#1 Abduction» || malik. [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora