Sekaiichi Hatsukoi La hermana de Onodera Ritsu [En proceso de edición]

¿Que esta pasando aquí? [1/3]

Perpectiva 1

Takano Masamune

—Nos vemos en la siguiente reunión. — Les dije a los supervisores del departamento de ventas, el día finalmente estaba acabando pero estaba molido aquella reunión había sido larga y agotadora. Me encontraba saliendo de donde había sido la reunión cuando por el rabillo del ojo me pareció ver a una mujer que se acercaba a mi apresuramente.

—Disculpe es usted Takano Masamune? — Pregunto con una sonrisa. No lo podía creer era aquella mujer que estaba con Ritsu hace unos días, se le veía enojada pero es extraño siento que la conozco de alguna parte.

Lo que sinceramente me asusta es increíble parecido que tiene esta mujer con Ritsu, era como si estuviera viéndolo a él pero en su versión femenina. Dicen que en alguna parte del mundo hay 7 personas identicas pero, ¿justamente en la misma ciudad hay una mujer así de identica?

"¿Quien rayos es y porque es tan similar a él?"

—Así es en que puedo ayu...— No me dejo terminar ya que la desconocida jalo muy brusco de la corbata al punto de quererme asfixiar y me arrastro  a una de las tantas bodegas que guardan los borradores de manuscritos rechazados.

— ¡Que le sucede señorita! ¿Acaso ha perdido la razón, como se atreve a hacer eso? ¿Tiene idea de con quien esta tratando? — La interrogue indignado por su comportamiento iracundo

— Yo si quien eres... — Se me acerco y me sujeto de la chaqueta — ¡Él que no tiene idea de con quien esta tratando eres tu!

"¿Que diablos, como se atreve esta loca a gritarme?"

—Señorita por favor mantenga la compostura. — La aparte de mi como pude.

— ¡Cállate idiota! — Me grito nuevamente pero lo que no me esperaba era lo que paso a continuación; se acerco nuevamente a mi y me pego un golpe con su rodilla en mi entrepierna, eso me hizo caer inmediatamente al suelo por el dolor que me recorría por todo el cuerpo.

—¡Te mereces eso y más!

—Por ultima vez señorita, guarde su compostura. — Le dije reponiendome de dicho golpe. — No le voy a permitir que me siga insultando de esa manera y mucho menos que invada mi espacio personal.

No tengo idea si lo que dije fue bueno o malo ya que la señorita solo se quedo parada sin decirme nada por un buen rato, trate de salir y acabar con tan incomoda situación pero ella no me lo permitía.