Día 13

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Siempre pensé que verle tan seguido me haría olvidar aún más rápido.
Pensaba que tenerle cerca cuando más lejos lo necesitaba era sinónimo de valentía.
Porque si puedo verlo y no sentir nada, no llorar, no quererle, no nada, era capaz de cualquiera cosa.
Y sí, lo era. Menos de olvidarlo.
Lo más triste de todo, es que no lo quiero de vuelta en mi vida siendo mi compañía en este eterno verano, simplemente me hace recordar los momentos donde le quise hasta los huesos.
Y eso, definitivamente, duele.

Eterno VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora