Narra Juanmita:
Cuando supe donde estaba empecé a andar hacía mi casa con un fuerte dolor de cabeza y con pocas ganas de llegar.
Me fijé en el sol que había y como se reflejaba en mi cara dándome un calor muy agradable a la piel. Supe que estaba siendo unos de los mejores días de verano mientras miraba a las familias salir a pasear y hacer sus compras con sus pequeños infantes.
Llegué a casa y mi madre me miró con cara de disgusto y de pocos amigos, supe en ese momento que ahora vendría el huracán de emociones que siempre empleaba mi madre contra mí.
-Madre de Juanmita: ¿Qué horas son estas para llegar?- Dijo con una cara de poker y con total tranquilidad.
Me quedé mirandola con una cara que no mostraba ninguna emoción en ella y me fui a mi cuarto directamente para darme una ducha.
-Madre de Juanmita: ¡Deja de pasar de tu propia madre!
Cerré la puerta con un fuerte golpe y me duché rápidamente, me puse mis mejores prendas de Gucci aunque fuesen falsas y volví a la calle a pasear un rato con el agradable tiempo que hacía.
Después de 2 horas:
Me encontré enfrente mía a mi exnovia Andrea que estaba hablando tranquilamente con sus amigas sentada en un banco y comiendo pipas.
Procedí a acercarme y saludarla con total amabilidad, no perdería nada por intentarlo.
-Juanmita: Hola Andrea- le sonreí.
-Andrea: hey, ¿podemos hablar?- me dijo mordiéndose el labio sensualmente.
Nos fuimos a un lado bastante apartado para que nadie nos pudiera ver, saltó encima mia y enrolló sus piernas alrededor de mi cadera, puso su mano en mi mejilla y la acarició con cautela.
-Andrea: te echo de menos y quiero follarte- me dijo con su boca en mi cuello.
Yo tragué fuertemente y asentí con total sinceridad, empezó a morderme el lóbulo de la oreja y a gemirme en ella mientras yo metía mis manos por abajo de su pequeño sujetador para al instante desabrocharlo y dejar sus suaves tetas al aire.
Ella se dedicó a quitarme la camisa y abrir la cremallera de mi pantalón,metió su mano por dentro de los calzoncillos y saco mi erecto pene para masajearlo suavemente y sin cesar.Empecé a morder sus pezones hasta ponerlos duros como rocas mientras de su boca salían delicados gemidos.
Me corrí en su mano mientras decía su nombre con una sonrisa.
Ella sabía como hacerme sentir ante su delicado tacto sobre mi piel.
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la cosa está muy dura. ©
Fanfictionfanfic sobre rocas calientes maduritas y rubitas.Te aseguro que te gustará esta historia tan dura como las roca jeje xd. Tiene derechos de autor.©