- Oh Max... ¿En serio? Esta era fácil. - comentas fastidiada al ver que la pelirroja fallaba la decimonovena pregunta. Mañana tenías un examen muy importante de biología y tu amiga Max te había pedido ayuda para estudiar.
Tu amiga... Max es una chica increíble y te gustaba, te gustaba mucho. Pero tan sólo erais amigas. Ni siquiera sabías si a Max le gustaban las chicas. Sólo sabías que a veces te miraba de forma en la que una amiga no te mira. Entre vosotras había cierta tensión, y esta era muy notable en estos momentos: Tú y Max. Solas. En su habitación. Estabas nerviosisima. También estaba Billy, aunque bastante ocupado. Había traído una amiga a casa y esta se encontraba con él en su habitación.
Siempre que os quedabais a solas, era muy incómodo, sobre todo por los comentarios pícaros de Max hacia ti. Una vez casi os besais, en una tarde en la que habías quedado con los chicos. Estabais peleando por coger la última oreo cuando quedasteis muy cerca. Finalmente os ibais a besar cuando el increíble Steve apareció corriendo ya que no encontraba a Dustin. Cosas de niñeras... Desde ese día las cosas eran un poco incómodas y no querías que os quedarais a solas para no pasar vergüenza. Pero esto acabó cuando ella te pidió ayuda para aprobar. Tú no eras muy buena en el instituto, es más, pasabas de todas las clases. Incluso te escabullias con Max, pero no en biología. Era casi la única asignatura que se te daba bien.
De repente oís un grito femenino proveniente del cuarto de Billy.
- ¡Max! - te levantaste corriendo para ver si algo malo le había ocurrido pero la chica a tu lado no te lo permitió, poniéndote una mano en el muslo.
- Tranquila, es normal que las amigas de Billy griten cuando están con él.- abriste los ojos sorprendida, estupefacta por lo que acababas de oír. - Pero no gritan de dolor, si no de... Alegría, no sé, es raro. Le he preguntado varias veces pero tan solo me responde que las chicas son muy afortunadas y no se cuantos rollos más. - aclara rodando los ojos y tu aún un poco extrañada te relajas. Aunque al notar su mano en tu muslo, tus músculos se vuelven a tensar. Ella nota esto por lo que sonríe y te mira fijamente.
- ¿Hace calor, no? - la pelirroja se arrodilla en la cama y se quita su camiseta dejándote ver su sujetador de encaje color blanco. Tu respiración se acelera y se te salen los ojos de las órbitas.
- Max... ¿Q-qué haces? - preguntas tartamudeando con los ojos aún en sus pechos.
- Te lo he dicho, hace calor... Además, ¿no te importa, no? - dice de manera inocente acercándose más a ti.
Retrocedes, quedando recostada en la cama con ella encima tuyo. Te sonríe picaramente y acerca sus labios a los tuyos. Tu corazón se te va a salir del pecho.
- ¿No crees que hace calor? - pregunta cuando apenas os separan centímetros antes de juntar vuestros labios en un pasional pero tímido beso. Cuando despiertas de tu shook, respondes al beso y pones las manos en la cintura de la pelirroja que tienes encima.
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El beso se intensifica y se convierte en una guerra en la que vuestras lenguas eran las armas. Se está liberando toda la tensión acomulada y... Os sentís genial. Va bajando hasta tu cuello dejando besos suaves y juega un rato con él ganándose suspiros y gemidos de tu parte. Sus manos suben por tu abdomen y terminan en tu cuello para de nuevo besarte en los labios.
- Max, ¿has visto mi... - os separais rápidamente y te giras para encontrarte a un semidesnudo rubio parado en la puerta, con la mano en el manillar todavía y la boca bien abierta. Está en shook, como tú y Max. Tus mejillas se vuelven rojas cual tomate y Max se cubre con la sábana.
- ¿Qué quieres pesado? ¿¡No ves que interrumpes?! - grita Max molesta ocultando su vergüenza. Se levanta de la cama y con gran velocidad, le cierra la puerta a Billy con mucha fuerza, causado un sonido que te despierta del trance en el que habías entrado hace unos segundos.
- ¿Q-qué acaba d-de pasar? - tartamudeas con timidez sin poder mirar a Max.
- Pues básicamente nos acabamos de enrollar...
- ESO ya lo sé, me refiero a... ¿cómo hemos acabado...haciéndolo? - preguntas mirando al suelo.
La chica se sienta al lado tuyo y te levanta la barbilla para que os miréis a los ojos.
- Mireia, no quería quedar contigo para estudiar para un examen de biología, - confiesa negando con la cabeza - quería quedar contigo para decirte algo que no puedo ocultar más y no se como te lo vas a tomar....
- ¿Él qué, Max? - preguntas esperanzada mientras tu corazón late rápidamente.
- Que me gustas, joder, me gustas demasiado, rubia - declara para acto seguido darte un corto beso en los labios, más inocente que el de antes. Os separais aún con los ojos cerrados. Ella los abre para esperar una respuesta y tú para dársela por fin.
- A mi también me gustas mucho Mad Max - confiesas con una sonrisa de felicidad la cual ella te dedica de igual manera para después abalanzarse encima tuyo y abrazarte mientras gritaba de alegría y tu reías con fuerza.
- Que tontas hemos sido, mira que haber estado tanto tiempo escondiendo estos sentimientos...
- Así es nena, pero ahora tenemos todo el tiempo del mundo - aclara Max declarando que tenéis un futuro juntas - ¿Quieres ser mi novia, Mireia Byers?
- Claro que quiero ser tu novia, Max Mayfield - respondes entusiasmada. Os sonreis felices e inaugurais la relación con un bonito beso.
- Emmm... ¿chicas? ¿Habéis terminado ya?
- ¡DIOS BILLY! ¡¿EN SERIO?! - gritais a la vez fastidiadas.
- Vale, vale... Os dejo. Pero después tenemos que hablar niñas. Pensaba que ibais a estudiar biología, pero no de esta manera...
Oís los pasos de Billy al alejarse y os miráis momentáneamente antes de explotar en risas como dos niñas pequeñas.
- Menuda "tarde para estudiar"
- Si... "Estudiar" - paráis de reír con lágrimas en los ojos y os miráis con cariño.
