VENGEANCE

normale Tage und lauernde Bürgermeister

Era lunes, y las tres chicas de la casa Danvers tenían obligaciones que cumplir, sería el primer día de cada una en sus responsabilidades, por el lado de Nía, ella estaba muy contenta, estaría con su prima Ruby en la escuela, Alex empezaría a trabajar en los laboratorios Luthor, se tomó la semana anterior para trasladar sus proyectos a su nuevo puesto, y Kara tendría un buen par de horas para llegar a la base.

Kara había llevado los documentos a la alcaldía la semana anterior, evitó con tosa su astucia encontrarse con Lena, de por si era complicado tenerla en el pueblo, compartiendo amiga y respirando el mismo aire... seguía tan o más hermosa de lo que recordaba, pero su crueldad era equiparable a su belleza, y lo que hizo simplemente no podía perdonarlo.

Alex preparaba el desayuno mientras la rubia estaba vistiendo a la pequeña Nía, una vez terminado el asunto bajaron a desayunar

- penshe que iriamosh con la tia Sammy – Nía hacia pucheros tristes, ya que esta vez no obtendría las ricas donas

- iremos mañana si te levantas temprano – prometió Kara sentándola en su silla

- bueno papi – la niña sonríe a la vez que Alex le da un plato con huevos revueltos y tostadas

Las tres comieron entre conversaciones, se lavaron los dientes y salieron de casa

- primero llevaré a Nía, luego te llevo a ti y de ahí salgo para la base – dice Kara mirando a su hermana

- tendré que comprar un auto, así me encargaría de llevar a Nía mientras tu puedes ir a trabajar con tiempo –

- no te pondría esa responsabilidad –

- tonta, sabes que para mí no es molestia, además, he venido para ayudarte y cuidarte –

- está bien, gracias Alex por estar para mí –

Desde que te vi en esa cama de hospital supe que siempre te acompañaría, así que... no vas a deshacerte de mí –

Las tres se subieron al auto y Kara condujo hasta su primer destino, salió del auto junto a Nía y la llevó hasta el salón de clase

- ¡buenos días! – dijo quien se presume es la profesora

- ¡buen día!, he venido a traer a mi hija –

- ¡oh!, pero si eres Kara Zor El, ¡qué alegría volver a verte! –

- ¿me conoce? –

- claro, Diana no paraba de hablar de ti, solía ser su mejor amiga, y segunda al mando en la escuadra de porristas – dijo ella con una sonrisa triste

- Diana... ella fue mi esposa, Nía es su hija –

- Espera ¿Cómo es que... - el timbre sonó interrumpiéndola

- me temo que debo irme, pero si deseas podremos hablar otro día, por cierto ¿Cuál es tu nombre? – pregunta la rubia

- Lucy Lane, nos vemos después Kara, me encargaré de cuidar a esta pequeña bebé – dice Lucy

- 'muchas gracias – Kara se inclina para besar a su hija – se buena niña –

- shi papi, adiosh – Kara se levanta y sale del salón de clase, llega a su auto para ponerse en marcha al trabajo de Alex

- la mejor amiga de Diana será la profesora de Nía – comunica la rubia

- oh... vaya, eso es bueno, Nía estará en buenas manos ¿sabe que es su hija? –