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Ese día, había ido a el palacio de John

Y como siempre, una de sus sirvientes, le recibió

Había estado lloviendo, así que claramente se podía percibir el olor a humedad

— John- llamó por su nombre al más pequeño, ignorando a la señorita que le pidió que esperara por el

Subió los mil y un escalones hasta llegar a los aposentos de el joven, más el no estaba ahí

Extrañado, lo buscó por varias habitaciones, hasta encontrar una con la puerta trabada

— ¿John?- preguntó tocando la puerta suavemente

— ¡Frederick!– Escuchó su voz al otro lado de la puerta, la cual se escuchaba un poco agitada, podría decir incluso, nerviosa– espera, ya abro-

Y como dijo, tras unos segundos de espera, el pequeño abrió la puerta, con el cabello escurriendo de agua y con ropas ligeras bastante mojadas

— Oh, perdona– Se disculpó – Supongo que debí esperar-

Dijo, admirando el cuerpo de aquel niño

Su piel pálida se podía notar a través de esa tela fina y traslúcida que tenía por camisa, y esos pantalones entallados, algo mojados le daban una vista Preciosa

— Para nada– negó este – Solo me di una ducha rápida, no importa - Le Resto importancia, con una sonrisa amable en su rostro, esa sonrisa que tanto le encantaba

Aunque algo, fuera de el divino cuerpo de su menor, llamó su atención

De su mojado cabello podía percibir, que el agua que goteaba de este, tenía una tonalidad algo rojiza, que se hacía notar más cuando quedaba en su blanca camisa

Además de eso, la gran mancha de lo que parecía ser lodo seco en el suelo

— ¿Puedo preguntar que es eso de ahí?- apuntó con la mirada a dicha mancha

John pareció ponerse nervioso

— Es barro- respondió casi al instante – Fui a hacer jardinería, quise regresar y me caí en el fango, ahí había dejado mi ropa- explicó rápidamente – No importa, alguna de las niñas lo limpiará más tarde-

Suspiró más tranquilo

Conversó un rato más con el pequeño principle, y tras varias horas de tomar té y hablar sobre asuntos políticos de el reino, fue hora de retirarse

Ir a la casa de John le ponía de buen humor, aunque ese olor a humedad le estuvo molestando mucho este día

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La descripción de la historia no está escrita así por nada

PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora