— John ha estado actuando muy extraño, ¿no te parece?- preguntó el emperador, a uno de los condes, Brian
— Frederick, perdió a todo lo que le quedaba de familia, no sé qué esperabas- le reprochó este
— Lo sé, es decir... Solo me parece extraño porque hay días en que parece que esta punto de saltar desde la punta de su castillo, y hay otros en donde parece ser la persona más feliz del mundo-
— Supongo que lo va superando...- suspiró este, desde una pequeña mesita instalada en el jardín de el menor, observando a este darle flores a pequeñas niñas que servían para el – No entiendo quién fue capaz de hacerle tal atrocidad a la esposa de John-
— Yo tampoco termino de entender- suspiró – ¿Crees que haya sido algo pasional?-
— Lo dudo mucho, en realidad- se detuvo un momento el rizado, para tomar un sorbo de una copa de vino – En todas las venganzas pasionales, no he visto ninguna que se tome la molestia de destazar el cuerpo, y sobre todo, porque la mayoría de los cortes estaban hechos en lugares donde pasan arterias importantes-
— ¿Vlad?- preguntó
— Vlad no tiene ningún problema con John, que sea de mi conocimiento-
— ¿Bathory?-
— John es como uno de los hijos de Bathory, no digas barbaridades-
Se vieron obligados a dejar su tema de conversación, ya que el menor de los tres, se acercó a donde se encontraban, con su sonrisa de ahora casi todos los días
— He regresado- anunció sentándose en una de las sillas que restaban – ¿Me perdí de algo?-
— Para nada- negó el emperador – Nos pareció tierno que le regalaras una flor a la chiquilla -
Mencionó el emperador
Lo raro fue, que una semana después, la pequeña desapareció