SINS ‹MinSung› «¿Quién perdonará nuestros pecados?».

Cap.5. -Flaws.

"Ángeles y demonios; partes muy diferentes tanto a labor y espíritu. Harán sus bienes para los mortales, a la vez de dar protección y guardia a cualquiera que lo pidiera, cualquiera que no necesitará; un demonio aquel ser que busca lo negativo contra parte de la labor de un ángel."

Los mortales sufrían en la tierra, las oportunidades de perdón fueron las que se agotaron con la elección de los cielos, nadie podía quejarse simplemente esperar, la compasión parecía que fue lo primero que se murió en la lucha, aunque la última oportunidad fue ofrecida la gran parte de los mortales decidieron desperdiciarla, hasta donde había llegado la mentalidad humana a dejarse morir sin intentarlo, darse por vencidos y desperdiciar lo último de vida que tenían en sus manos. La salida, el sufrimiento y agonía eterno, los sentimientos de odio y asco a las personas que alguna vez tuvieron algo maravilloso en nuestras vidas, todo arruinados por los monstruos que se mantenían escondidos gracias al perdón.

Las tinieblas se habían levantado a tomar lugar que antes no podían ni siquiera tentar, la tierra sufría y de la misma forma el cielo parecía caer en perdición.

Cuando la decisión mortal fue hecha y el desprendimiento religioso llego a desaparecer, el cielo que alguna vez tuvo paz para las puras y blancas almas parecía temblar y como las esfinges de luz caían ante los ojos de todos ellos, como el hogar sanador se hacía polvo. Gran parte de los guardianes cayeron de las nubes siendo otorgados a misiones con tal de recuperar sus alas. MinHo estaba siendo víctima del egoísmo y perdición del mortal.

JiSung confiaba en él y en el último momento donde vio todo lleno de paz y salvación gracias al chico de cabellos azabache se vino abajo por la tentación, no quiso caer, fue botado. La luz había quemado parte de la piel de JiSung, mostrando partes negras debajo de esta, MinHo no permitiría que volvieran arrebatárselo de sus brazos, no había podido dejar de llorar, tenía a su chico en brazos con la respiración lenta y esos hermosos ojos cerrados, buscando paz del dolor que sentía. Después de todo JiSung ya no sería bien recibido.

MinHo dejaba de vez en cuando un casto beso en la frente de Sung, no quería perderlo. No iba a permitirlo. Le repetía en ocasiones lo maravilloso que era, la hermosa y perfecta alma que conocía, era tan difícil aceptar todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo. El chico que tenía en brazos lo perdió todo, familia, amigos, una vida, y MinHo había perdido incluso casi los mismo que él. Estaban en las mismas situaciones.

Cuando algo de la fuerza de JiSung regreso a su cuerpo no tardo en pedirle a MinHo que lo bajará, aun así, su brazo se mantenía enredado en el cuello del mayor, un apoyo para caminar.

–¿Por qué quieres llevarme? –

JiSung llevaba preguntándole lo mismo al mayor y esté siempre evitaba la pregunta, no porque no hubiera una respuesta, ¿cómo decirle que un ángel se enamoró y se volvió egoísta por tenerlo?

–Quiero hacerlo. –

–Yo no soy aceptado, MinHo, déjame volver. –

Las lágrimas de MinHo se acumularon en sus ojos, le dolía de solo pensarlo, dejar a JiSung, a su vida en una perdición eterna, el prometió protegerlo con todo lo que tenía a su disposición y todo se le salió de las manos en unos pocos segundos, le quemaba el pecho de recordar la manera en cómo vio caer el frágil cuerpo de JiSung colina abajo. Ahí donde perdió la lucha, donde perdió aquella alma tan brillante y pura que le daba envidia por la pureza tan grande que esta mostraba, sí, MinHo se enamoró perdidamente de esa alma, de igual forma que estaba perdido por JiSung, era difícil para él explicarlo, ¿cómo decirle? ¿cuáles eran los diferentes caminos? MinHo estaba perdido por ese mortal que era incluso capaz de dejar los cielos por él, pecar para estar a su lado, perder más por ganarlo a él.