Uno

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"I assure you, brother, the sun will shine on us again" Loki Odinson of Asgard, Avengers Infinity War

1.-

Era una misión de rutina más, como las muchas que tomaban cada semana; un mensaje en onda abierta proveniente de un pueblo de un pequeño planeta clase M cuyos generadores habían sido dañados por una tormenta de neutrones cercana. Ofrecían recompensa y los Guardianes nunca se negaban a ayudar al prójimo.

Sobre todo si había una recompensa de por medio.

De todas formas, la búsqueda por Gamora estaba demostrando ser infructuosa y lenta, por lo que todos aceptaban de buena gana cualquier distracción que se cruzase por el camino. Ya fuese una visita fugaz a la tierra por un nuevo videojuego que Groot estaba esperando, o una borrachera legendaria en un planeta lleno de bares y salones al que Thor nunca había ido pero del que descubrió que Quill y Rocket eran habituales.

En vista de que el problema actual era de índole eléctrica, fueron Rocket y él los designados para la misión. Tomaron la nave pequeña y bajaron a la atmósfera del planeta escuchando una de esas canciones midgardianas que Quill tanto disfrutaba y que la que al final toda la tripulación se había acostumbrado. El pseudo mapache era el ingeniero, él solo iba como apoyo y protección. Y quizás para cargar los generadores con rapidez si es que era necesario. Vamos, que era una pila gigante. No sabía si esa comparación le agradaba.

—Vamos, no pongas esa cara. Se te notaba que ya querías salir de la nave. Mantis se estaba poniendo más y más amistosa contigo, suele ocurrir cuando uno de nosotros está alterado y molesto por el encierro —se burló Rocket mientras aterrizaban en las afueras del pueblo, dándole una palmada en la baja espalda—. Toma aire fresco, da una vuelta. Esto no debería ser muy largo.

—Si, si, lo que sea —gruñó Thor cogiendo a Stormbreaker, rascándose el estómago por encima de la ropa.

La falta de comida midgardiana en exceso y una reducción en su consumo habitual de cerveza había llevado a que sus tallas se redujesen admirablemente en las últimas semanas. Gracias a Mantis su cabello y su barba estaban en orden de nuevo, y cuando se miraba en el espejo ahora podía reconocerse. Pensaba en que su madre sonreiría si le viese mejor, y en como Loki hubiese reído hasta ahogarse al ver su apariencia postmuerte de Thanos. Pero ahora ya estaba bien. Seguía con más carne que en su juventud en Asgard, pero eso era normal en los Asgardianos. Thor ya no era un jovenzuelo. Las pérdidas le habían lanzado directamente a su adultez/ancianidad, aunque eso no se lo fuese a reconocer a nadie.

El aire puro del planeta le golpeó como un mazazo de Mjolnir y le dejó unos momentos de pie sobre el césped admirando el paisaje alienígena, mientras Rocket bajaba su maletín de herramientas y se lo lanzaba. Solo sus reflejos impidieron que le golpease el pecho, mirando con el ceño fruncido a su compañero.

—Llévalo ¿quieres? Que de algo sirvan esos brazotes que te cargas —se burló el mapache, mientras Thor gruñía colgándose Stormbreaker en la espalda y caminaba junto con el otro hacia el pueblo.

—Parece un lugar pacífico. Pero nunca se sabe. Confirmamos la señal ¿no?

—Por supuesto ¿crees que somos idiotas? —gruñó Rocket rodando los ojos con dramatismo—. Es la dirección correcta. Vamos a hacer este trabajo, tomamos la recompensa y nos largamos. Este pueblo parece muerto, ni siquiera creo que tengan una cerveza decente.

Y Thor apoyaba esa apreciación.

Sin embargo cuando se encontraron con los locales –humanoides sin más diferencia a los midgardianos que unos ojos sin iris y manos palmeadas, que indicaban antepasados acuáticos– se enteraron de que aunque era cierto que la tormenta había arruinado los generadores momentáneamente, habían sido reparados luego de unas horas. Rocket ya estaba comenzando a alterarse pensando en el viaje en vano –aunque en verdad no se habían desviado demasiado de su ruta–, cuando el jefe de la villa pareció recordar algo.

—Pero creo que una de nuestras ciudadanas si tenía problemas con el generador. De hecho, es una joven que llegó al pueblo el mismo día que ocurrió la tormenta, hace unas semanas, y fue quien reparó nuestros generadores. Lamentablemente el de su hogar no pudo ser arreglado y nos dejó encargado que si un mecánico visitaba la zona le enviásemos hacia allá. Casi lo olvido, lo siento, la memoria de anciano —se disculpó el hombre meciéndose la barba cana—. Por favor, visítenla. Es la última casa del pueblo en esa dirección —indicó apuntando con un dedo estirado, con las membranas que lo unían a los otros en tensión—. No se pueden perder.

Tanto el asgardiano como el guardián se miraron un momento dudando y luego Rocket solo se encogió de hombros. Venían a hacer un trabajo al final ¿no? que importaba para quién era.

Mientras cruzaban el sencillo pueblo Thor no pudo evitar fijarse en la tranquilidad que allí se respiraba. Los niños jugaban con unos balones blandos como medusas y riendo, mientras eran observados sin preocupación por los hombres y mujeres que circulaban realizando sus actividades diarias. Le recordaba a las pequeñas villas que habían rodeado la ciudad dorada en Asgard, esas que Thor solo cruzaba cuando marchaba de cacería. De joven nunca le interesó visitarlas, demasiadas cosas por hacer en Asgard como para preocuparse por los pequeños poblados sin diversión. Ahora lamentaba no haberse dado el tiempo para conocerlos.

—Hey, tiene que ser esa casa —dijo Rocket apuntando como alejada unos cuarenta metros de la casa más cercana se alzaba una construcción sencilla pero aún así de mejor calidad que las demás. Se notaba en los pequeños detalles, como el labrado de la puerta o las tejas impecables. La piedra de los muros parecía pulida y Thor se sorprendió de no ver un tapete incluso en el exterior. Parecía de ese estilo.

El jardín era mucho más llamativo que el de las casas cercanas también, con flores y plantas que no parecían encajar del todo con la vegetación del planeta, pero Thor no era un experto en botánica y tuvo que aceptar que eran solo conjeturas. Aunque algunas de las flores le recordaban poderosamente a las que había en el jardín de hechicería de su madre pero... solo debía ser nostalgia.

—Bueno, ¿vas a tocar? —preguntó a Rocket elevándole una ceja, y el mapache rodó los ojos de nuevo, como si se quejase por tener que hacer todo él, antes de tocar la puerta con los nudillos, cruzándose de brazos luego—. ¿Ves? No fue tan difícil —se burló el Dios de su compañero peludo cuando la puerta se abrió y al levantar la mirada hacia la persona del portal sintió como la fuerza de los brazos se le iba, cayéndose al suelo de arcilla roja la caja de herramientas, la que estalló saltando el contenido en todas las direcciones posibles.

Thor no pudo preocuparse menos por eso, mientras sus ojos miraban directamente a la mujer que le observaba con calma e, incluso, con algo de diversión. Iba a matarlo. Iba a matarlo. No le importaba que hubiese tenido su corazón sangrando por más de cinco años midgardianos al pensarlo muerto. Iba a matarlo.

—¿Loki?

—... hola, hermano.

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~The Sun will Shine~

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Notas: HOLA. Tanto tiempo, fandom de Thor y Marvel. Los extrañaba. Me costó literalmente meses (o años) poder escribir este fanfic. No es muy largo, tiene varios capítulos cortos ¡pero está terminado! Y lo amo con todo el corazón. No puedo y no voy a aceptar la muerte de Loki en Infinity War, porque fue un recurso mal utilizado y punto. En este fic daré mi propia visión de lo ocurrido y un futuro hermoso donde el sol brillará sobre los Odinson, como lo merecen luego de tantas pérdidas. Por supuesto que habrá presentación estelar de los Guardianes y de un par de personajes no originales, pero míticos y amados.

Espero que me acompañen en la publicación con su lectura y sus comentarios ¡recuerden que el fic ya está terminado y que si me dejan bellos mensajes quizás me anime a publicar más rápido! :D ¡un abrazo!

Y el Sol BrillóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora