II. SEPTIMO

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En lo que respecta a mi paso por Hogwarts, me destaque rápidamente por ser una de las mejores en casi todas las materias, con excepción de Herbologia y Astronomía, no por nada en particular más que el hecho de que se me hicieron aburridas hasta la maldita muerte, no entendía como a la chica Hufflepuff a mi derecha se le hacía tan sencillo, no podría decir que éramos amigas ya que ella se encogía en su puesto cuando yo le hablaba o le preguntaba algo, como si me tuviera miedo, su cabello era hermoso, rubio y ondulado, sus ojos eran oscuros, de cara redonda y cachetes gordos y coloridos, usaba unas enormes gafas redondas que acentuaban su cara perfectamente adorable e infantil, estaba un poco pasada de peso pero siempre olía bien, creo que era olor a almendras o algo similar.

Con el tiempo supe su nombre, Isabella Ferguson, una mestiza muy tímida y pésima para la clase de hechicería, DCAO o cualquier otra donde requiriera lastimar a alguien mas, lo unico donde destacaba ademas de su belleza tan natural era Herbologia, solo en esas clases se le notaba animada y sus ojos azabaches brillaban haciéndoles adquirir un tono un poco menos oscuro.

Para mi tercer año por fin pude ver una de las materias a las que más amor le tenía: Aritmancia.

La asignatura fue todo lo que esperaba y más y pronto se convirtió en mí materia favorita junto con pociones y hechicería.

-En que tanto piensas?

La voz de Sarah me saco de mis pensamientos

-Nada en especial-

-No te creo-

-No es nada, solo que esta clase me aburre, lo sabes-

Sarah me miraba de forma inquisitoria, sus enormes ojos grises dejaban ver un ligero reflejo de mi misma en ellos, sin duda podía ser bien intensa cuando se trataba de mirar a alguien.

-Ustedes dos, guarden su cuchicheo para su sala común-

La señora Greenspell nos dirigió una mirada asesina antes de volver a tomar esa horrible cosa que llamaba geranio colmilludo, una horrible "flor" con dientes que resulta alarmantemente repulsiva a primera vista, hablaba de su anatomía y lo útil que era para ciertas pociones, que al ser tan sencillas no eran de mi particular interés.

La clase finalizo y salimos por el pasillo hacia el gran salón a buscar algo de comer antes de la clase de pociones.

Había sido mi clase favorita por años, hasta que en este año tuve la desgracia de quedar sin Sarah o Samuel en clase, había otros Slytherin pero ya tenían sus parejas, y tuve el infortunio de quedar con León Powers, un Griffindor altanero, grosero y muy prepotente, desde entonces mis clases habían sido apenas soportables, lo único que tenía en la cabeza era su siguiente partido de Quiddich o en cómo conseguir una cita con Ravena Cato, otra Griffindor un año menor, que imbécil.

-Miren nada más, aquí viene la víbora- me llamaba así desde que nos conocimos, una vez en primer año cuando defendí el honor de mi casa frente a el. 

-Guarda las garras cachorro, está muy temprano para oír tus maullidos-

León me frunce el ceño y vuelve a su revista semanal de Quiddich, yo mientras me instale en mi lado de la mesa y saque todos mis instrumentos, me gustaba llegar 20 minutos antes de iniciar la clase para tener el espacio y la comodidad que requerían los implementos y mi caldero para poder limpiarlos y que estuvieran en perfectas condiciones, materiales como mi caldero y la balanza eran de plata, mientras que mis botellas eran de cristal, todo en perfecto y rigoroso estado, limpiaba uno a uno mis instrumentos en mi mesa de trabajo, la semana pasada estuvimos repasando los elementos para un fluido explosivo y como preservarlos adecuadamente, sin duda sé que hoy recrearemos esa pócima.

Un olor a regaliz invade mi nariz, al darme la vuelta veo al muy asqueroso de León ruñir sus tiras de regaliz como si fuera un salvaje, quien diría que un sujeto tan hermoso como él podría causar tanto desagrado.

Su cabello era corto en gran parte con excepción de la parte de la corona de su cabeza, donde su cabello se alzaba y dejaba ver un color caramelo, ojos avellana, cara cuadrada y nariz fina y perfilada, sus cejas eran enormes y muy oscuras en contraste a su cabello, era mucho más alto que yo, piel canela y contextura ancha, imagino que se debe a tanto Quiddich, sus manos eran grandes y toscas, es obvio que por eso jamás podría agitar adecuadamente las probetas, ni siquiera sé porque incluso en ultimo año decidió matricular pociones. Si quiera aprobó sus TIMO's?

-Que me ves, víbora?- Mierda, no me di cuenta cuanto tiempo lo había estado mirando.

-Nada, es solo que creo que tienes un poco de regaliz en la comisura de tu boca- era mentira.

-Donde?- me dijo y por primera vez en todo mi tiempo estudiando aquí puedo decir que León Powers había realmente puesto sus ojos en mi para prestarme atención.

-Aquí- le dije, señalando mi propia barbilla del lado derecho.

León saco su lengua y se la paso por la barbilla, estaba muy roja debido a todo el regaliz que había comido, era larga y se veía fuerte. Trague saliva.

-Ya esta?-

-No, aún falta más- no se porque dije eso.

Tomo mi caldero ya brillante y se echó una mirada.

-No es cierto tonta, ya estoy bien-

-Lo siento cachorro, por un momento olvide que así era tu cara-

Lo vi levantarse, estoy segura que me iba a decir algo, su cara se arrugo de una forma muy divertida y yo no pude esconder mi risa, fue en extremo tierno y cómico, era como ver un gatito enojado.

-Bien alumnos tomen asiento- dijo el profesor Void, con su cómica forma de hablar y sus zapatos haciendo ruiditos chistosos por el aula. –Hoy haremos introducción al fluido explosivo y la próxima clase será la práctica final-

El corazón me brinco de alegría, ignore por completo a un enojado León delante de mí y procedí a sacar los materiales que habíamos estudiado la clase pasada, al agacharme para sacar todo vi un par de mis probetas de cristal caer al suelo. Como mierdas paso? Estoy segura que las asegure a la mesa, me levante y vi a León lanzar al aire el trozo de goma triangular que uso para que mis probetas no rueden por el suelo.

-Eres un imbécil-

-No eres tu quien decida eso viborita-

-Vas a tener que regresarme esas probetas DE CRISTAL- hice mucho énfasis en la palabra cristal, ya que ese era mi material favorito para trabajar junto con la plata.

-Claro que lo haré viborita, pero no será hoy-

-Ocurre algo ahí atrás?- el profesor Void se nos quedó mirando a León y a mí, nos habíamos acercado mucho para podernos escuchar ya que estábamos susurrando.

-No profesor- dijo León de manera tajante.

-Solo fue un accidente profesor Void, me permite usar implementos del armario? Los míos se rompieron-

-Lo siento señorita Lacroux, todos los implementos ya han sido utilizados- Mierda. –Sin embargo...- doble mierda, que no diga lo que estoy pensando, por favor no –Creo muy acertado que usted trabaje en esta poción con el señor Powers, así usted no tendrá afán en conseguir sus materiales y el podrá mejorar sus aptitudes para fabricar pociones- Triple mierda. Lo dijo. La travesura se le había volteado a León, pero seguía sin beneficiarme a mí.

Ambos nos miramos con asco, ahora aparte de compartir la mesa debemos compartir los elementos de trabajo, la sola idea de pensar donde han podido estar estas probetas de vidrio me repugna.

-Eres un dolor de culo- me dice entre dientes.

-El sentimiento esmutuo-


Como pelea esta gente

Lauriella

El orgullo de una Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora