III. CLASE INESPERADA

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La clase había comenzado, yo estaba irritadamente cerca de León prestando atención a las instrucciones del profesor Void, mientras él estaba mirándome de forma constante y sin prestar la más mínima atención a la clase.


-Que tanto me miras? Deja eso, es aterrador-


-Me gusta ver tu cara de boba cuando intentas concentrarte-


-Al menos solo es mientras me concentro, eso de llevar cara de bobo hasta para dormir debe ser lo más duro de tu vida-


-Como te esfuerzas en ser un auténtico dolor de cabeza- dijo el resoplando.


-Tú eres quien se lo busca- resople con más fuerza.


-Solo te miraba- dijo el acercándose porque los susurros eran casi inaudibles.


-Pues deja de hacerlo, das miedo-.


-Ah si?- de pronto su voz se hizo gruesa, áspera y sus ojos avellana me miran con demasiada intensidad.


Nos quedamos ahí un rato sin decirnos nada, es mucho más grande que yo, diría que ronda 1.90 mientras que yo con suerte llevo 1.70 y su cara y cuerpo son mucho más grandes a mí, es fornido y su cara ahora es en serio aterradora, creo que nunca lo había tenido tan cerca. El cronometro sonó indicándome que tenía que comenzar a agitar las primeras dos probetas, como salidos de un trance parpadeamos y agitamos la cabeza, el volvió a incorporarse a su silla y yo comencé a agitar las probetas.


-Ayúdame con esto- le dije a León, aun conmocionada.


-No, te lo dejo a ti víbora, agitar cosas no es lo mío- lo mire y juro que intente contenerme, pero no podía desaprovechar ese comentario.


-Vamos grandote, seguro si eres más bueno para agitarla- me miro con los ojos como platos y se puso rojo –La probeta- le dije, estirando la mano.


-Me vas a enseñar?- Esperaba esa pregunta, no me toma por sorpresa.


-Te vas a dejar?-


Me miro y me sonrío, no sé si le causo gracia, si fue una sonrisa honesta o de lo ridícula que era esta escena de coqueteo tan bizarra que montamos.


Lo vi tomar la probeta y agitarla como pollo en bolsa de Krisco, fue ridículo y puse mi mano sobre la suya antes de que siguiera, lo mire y tome el frasco con suavidad.


-Esta es la base para derretir apropiadamente el cuerno del erumpet, así que debe ser suave y ligera, nada espumoso como esto que estás haciendo, no la agitas hacia arriba, sino sobre su mismo eje y haciendo un infinito... así-


Movía la pequeña probeta mientras él se concentraba en el movimiento, luego se la di y con sus torpes manos intento replicar el movimiento, aún era brusco pero por lo menos ya no espumeaba como champaña.

El orgullo de una Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora