Tim el curioso... pero interesante.

4.1K 612 117
                                    

Crystal:

Estamos en su habitación y ambos nos sentamos en un tipo de sofás que se hunden cuando te sientas. No recuerdo su nombre.

-Te gusta la medicina, ¿No?

-La medicina en sí, no. Solo dime, ¿A quién le gustan las vacunas y todos esos medicamentos con un saber horrible? Nadie. -Tim ríe.

-Bueno, entonces te gusta eso de curar.

- ¡Me encanta eso de curar! -Afirmo felizmente-. Más si se trata de niños, ¡Dios! ¿Lo imaginas? Curar a un niño de una enfermedad que todos aseguran que no lo podrá hacer y luego irá por ahí caminando como todo un ganador.

-Sería genial.

-Sí, es mi más grande sueño. Es como ser la doctora House.

-¿La qué? -Pregunta confundido. No me digan que no ha visto Doctor House.

-¿Cómo el doctor House? -Trato de darle una referencia al show-. ¿No lo has visto?

-No, nunca había escuchado de él.

Llevo una mano hasta mi corazón. -Eso es un tipo de delito, estoy segura.

Tim trata de no sonreír pero aún así lo hace, baja su rostro y su flequillo lo cubre. -Creo que he infringido la ley.

-No, no. -Extiendo mis manos para que pare-. ¿No has visto Doctor House? Ósea, esa serie fue como mi inspiración a mi sarcasmo y a mi carrera médica.

-No, es verdad. -Se ríe-. Nunca la he escuchado.

-Pero, ¿Nada? -Sé que siquiera ha escuchado el nombre. Yo se que si.

-Solo sé de ese show, Anatomía de Grey. -Me dice encogiendo los hombros y medio sonriendo.

-Pues bueno, tendré que darte las primeras temporadas. -Susurro decepcionada.

-Claro, doctora Cameron. -Dice con una voz más grave.

Lo volteo a ver frunciendo el ceño y levanto mis brazos. -¿Qué? -Por cierto, "Cameron" es una doctora en el programa-. ¿Cómo me llamaste?

-¿Prefieres "Trece"? -Oh diablillo... Sabía de lo que estaba hablando todo este tiempo.

-Te odio. -Le digo riendo-. Estaba a punto de narrarte toda la primera temporada.

-Todos mienten. -Cita la famosa frase de House.

-Bueno... Regresando al punto principal, él es una de las razones por las que quiero ser doctora. Veía el show cuando era pequeña, desde hace siete u ocho años.

-Eso es muy tierno.

-Algo así. -Comienzo a jugar con mis dedos-. ¿Tu que quieres ser?

-Aún no lo sé, quizás abogado. -Pasa sus dedos por su cabello y no puedo evitar sonreír pensando en cuán lindo es-. Así, que ¿Que más te gusta? -Pregunta Tim.

Bien, esto fue raro pero estaba a punto de responderle: Tú me gustas.

Ay no, ¿Qué me está pasando?

-Yo creo que me gusta ver a los cachorros.

El ríe. - ¿Verlos?

-Ay bueno, los cachorros en general.

Vuelve a reír.

- ¿Por qué no sonríes tanto en la escuela? -Le pregunto.

Él ya no está riendo o sonriendo o nada. Está serio.

Bueno... De la escala de uno a Yo ¿Que tan torpe eres?

-Creo que puedo responder eso con un juego. -Se acomoda en su sofá.

- ¿Un juego?

Él asiente. -Cuatro verdades y una pregunta.

- ¿Qué rayos es eso? -También me acomodo en mi asiento. Parece como si te sentarás en arena movediza.

-Bueno, básicamente dices cuatro verdades que no sueles decir a diario y yo te puedo preguntar cualquier cosa y tienes que responder.

Ruedo mis ojos. - ¿Crees que te temo, Timmy?

Ríe. Bien, volvió a reír. Eso es bueno.

-Creo que lo harás, Crystal. -Junta sus manos y mueve sus dedos en forma malévola.

- ¿Quién empieza?

Mueve su cabeza. -Yo. -Rápidamente informa-. Quiero que me digas cuatro verdades.

-Soy tu invitada, deberías ser tu quien hace eso.

Rueda los ojos. -No, vamos.

- ¿Y si alternamos?

Suspira. -Bien, ¡Empiezas tú!

Asiento.

No sé realmente que confesarle, en realidad podría decirle cualquier cosa o mentir porque no sabe mucho de mí pero creo que eso no sería justo, no tengo idea pero quiero verdaderamente confesarle algo de mí y ver su reacción.

-Yo supongo que mi primera verdad es que nunca he besado a nadie. -Digo algo tímida.

-Bien, yo tampoco. Tu turno de nuevo. -Confiesa retirando el cabello de su frente. Creo que a su familia debe de fastidiarle eso de componerse el cabello una y otra vez pero a mi, por alguna extraña razón lejos de cualquier entendimiento humano, me gusta.

- ¡Oye! -Exclamo-. No es justo hacer eso, tú no pensaste mucho. -Me gusta estar con Tim. Nunca había conocido a alguien como él.

-Bien, tengo dos hermanos, una chica y un chico. -¿Eso cuenta como confesión?

- ¿Dónde están? -Le pregunto y espero que me responda.

-No. -Me dice-. No preguntas. Posiblemente lo sabrás. -No, no lo hizo.

-Bien. -Me rindo.

-Definitivamente no me gusta que la gente me mire. -Le digo. Es cierto, lo odio tanto.

Baja la mirada. -Sí, bueno. A mí tampoco. -¿Qué?

- ¿Por qué? -Pregunto-. Lo sé, no preguntas.

Niega con un movimiento. -Bueno, es solo que cuando la gente me observa por más tiempo de lo normal yo solo siento como si...

- ¿Te están juzgando? -Complemento.

-Sí. -Afirma algo triste. Lo entiendo muy bien.

Sé exactamente cómo se siente.

-Bueno, por eso no me gusta a mí. En realidad, odio eso. -Creo que es triste que muchos, muchos adolescentes sean inseguros de si mismos. Tal vez son chicos atractivos o tal vez son chicas muy lindas, pero ellos nunca lo sabrán. Para ellos entre más ocultos estén, mejor. Aunque fueran como fueran, deberían poder amarse tal y como son.

Suelta una risa y asiente.

-Confieso que escucho música de chicas. -Se rasca la nuca y puedo decir que está nervioso.

- ¿Cuáles? -Trato de hacer una lista mental de la "música de chicas" la verdad, para mí, música es música. La única canción que considero de chicas es una que mamá me cantaba antes, decía "las chicas solo quiere divertirse".

Levanta un dedo. -No preguntas.

Ruedo los ojos.

Me imita, rueda los ojos también y ambos reímos.

El Gótico & Su Amiga La Ordinaria. [ Él & La Ordinaria, #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora