Treinta y nueve🍃

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Describir la tarde con Jin, sería como decir "miel sobre hojuelas".

En verdad, nunca pensó que cumplir con un castigo podía llegar a ser tan divertido.

Arrojaron agua en todo el suelo y comenzaron a "patinar". Aunque sólo parecían Bambi aprendiendo a caminar.
Con algunos tropezones de por medio, secaron todo el suelo para después empezar a pulirlo con trapos atados a sus pies y una balada de fondo. Bailaron vals, hicieron una competencia de quién podía quitar más chicles en el menor tiempo posible o quien podía encestar más basura en el contenedor grande.
Comieron algunos pasteles que sobraron del día y la señor Park les pasó la receta de como hacer su famosa crema de frutas.

Ya era entrada la noche cuando salieron de la escuela con su ropa un poco húmeda pero sin parar de reír.
Pero como todo lo bueno, tiene un final, la despedida fue inevitable.

--La pasé muy bien hoy NamJoon, espero que no lo hayas sentido tanto como un castigo--Habló Jin una vez llegaron a la parada

--Bueno...he tenido peores...Nunca está demás la buena compañía--Se encogió de hombros

--¿Piensas que soy una buena compañía?--Lo miró incrédulo

--Cuando no estás fastidiando, si, bastante.

El omega sólo giró los ojos.

--Tus manos parecen de un anciano--Comentó NamJoon sosteniendo la mano izquierda de Jin

La misma tenía su piel arrugada por el constante contacto con el agua. Aunque sólo fue una excusa para poder tomar su mano.

--Las tuyas tampoco se salvan

El omega tomó ambas manos del moreno y las giró para ver sus palmas. Al contrario que las del castaño, sus manos estaban arrugadas pero aún así se mantenían tibias. Eran un poco más firmes que las de Jin, pero gracias al agua, su piel se hallaba más suavecita. Provocando que el menor no pueda resistirse a acariciar inconcientemente con sus pulgares la piel color canela.

A lo lejos, la luz del autobús encandiló sus ojos como una forma de anunciar su presencia.

En eso, Jin levantó su vista hallando la intensa mirada del alfa sobre su persona, provocándole un leve sonrojo que no pudo ser notado gracia a la poca iluminación de la farola de al lado.

--Y-Ya tengo que irme

Intentó separar sus manos pero NamJoon las retuvo.

--Déjame acompañarte

Pidió con súplica en sus ojos no queriendo separarse todavía.
Anhelaba poder abrazar a Jin tanto como quisiera las veces que lo deseara. Poder acariciarlo hasta quedar dormidos juntos, besar sus mejillas y sus labios...pero desgraciadamente tenía que conformarse con tomar sus manos por el momento.

Quería a Jin de todas las formas menos lejos de él.

--Tu vives hacia el otro lado de la ciudad Nam...Tienes que esperar al siguiente...--Se le escapó una pequeña risa

--No me importa, quiero estar contigo--Confesó

--¿Qué?-- Sus ojos se abrieron por la sorpresa

--SeokJin, sólo te pido que me des un día para-...

--¿Van a subir o necesitan una invitación?--Intervino fastidiado el chofer del transporte. Seguramente ya arto de estar conduciendo todo el día

--Si, disculpe

Respondió Jin para volver su cabeza hacia el alfa con la mirada baja.

--Nos vemos mañana ¿Si?

Good Morning, NamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora