Jimin esta casado con Jungkook, un impotente Rey Alfa. Pero todo cambia con la llegada de Hoseok, un simple plebeyo Alfa el cual es contratado como parte de la servidumbre.
Lo que le causa más curiosidad al Alfa es que Jimin no tiene marca.
- Porta...
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Los días pasaban rápido y con ello los síntomas de Jimin aumentaban, dándole así demasiada ansiedad, apetito y cambios de humor drásticos. Hoseok se había dado cuenta de ello y con tan solo pensarlo sus ojos brillaban al pensar en una pequeña criatura de él y Jimin.
Hoseok siempre a deseado tener unos bellos cachorros y verlos crecer. Pero, ¿podría vivirlo?
- Hoseok, ¿podrías traerme un pastel de vainilla con fresas?.- El pequeño pero tierno puchero en el omega hace que Hoseok ría.
- Claro que si, bonito.- El alfa sale de la habitación dejando a Jimin solo, o eso creía ya que unos segundos después Jungkook entro a la habitación con una sonrisa.
- Hola, bebé.- Jimin finge un sonrisa de gusto y se levanta de su cómodo sofá.
- Hola, Kookie ¿A que has venido?
- A verte ¿A caso no puedo ver a mi lindo esposo?.- Jimin suelta un risita y su preocupación por que en cualquier momento entre Hoseok aumenta.
- Claro que puedes, pero estoy un poco cansado y quisiera estar solo.- El alfa no hace caso a las palabras de Jimin y se acerca poco a poco a él.
- Me iré con una condición.- Jungkook sonríe y toma con sus manos la cintura del mayor.
- ¿Cuál?
- Que me des un beso.- Jimin asiente y le da un rápido beso en la mejilla izquierda.
- Listo.
- Así no tontito, en los labios. Quiero un beso en los labios.- Cuando menos lo piensa, los labios de Jungkook ya están moviéndose sobre los suyos con desespero, pero no puede hacer nada, tiene que seguir fingiendo. Jimin mueve sus labios con "gusto" mientras mantiene sus manos en el pecho del menor.
- Perdón por interrumpir, aquí esta su pastel, su Alteza.- Un escalofrío recorre el cuerpo de Jimin y se separa rápidamente de Jungkook.
- Hoseok...
- Con su permiso.- Hoseok sale de ahí con pasos lentos.
- Bien, ¿en que estábamos?.- Jungkook hace el intento de acercarse de nuevo pero Jimin lo detiene.
- Dejame solo, por favor.
- Pero...
- ¡Dejame solo!.- Jungkook asiente no muy convencido y sale del lugar.
Jimin se derrumba una vez más en esa habitación, llorando de impotencia y dolor al recordar los ojos inexpresivos de Hoseok.
¿Ahora que haría?
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