Jimin esta casado con Jungkook, un impotente Rey Alfa. Pero todo cambia con la llegada de Hoseok, un simple plebeyo Alfa el cual es contratado como parte de la servidumbre.
Lo que le causa más curiosidad al Alfa es que Jimin no tiene marca.
- Porta...
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El día empezaba con el pie derecho para Hoseok, todo le estaba saliendo de maravilla. Se encontraba yendo hacia el castillo del Rey, en el cual solicitaban empleados.
La sonrisa de Hoseok era resplandeciente hasta que siente como pisa algo un poco aguado y no es hasta que mira al suelo y se da cuenta.
- ¡Agh, mierda!.- Literal, había pisado mierda. Hoseok supo en ese instante que su día se había arruinado. Raspa su zapato con el suelo intentando quitar los restos de excremento mientras mira con asco. Cuando ya no ve mancha alguna sigue su camino hacia donde él estaba seguro le darían un nuevo empleo.
Al llegar ve a toda la gente ir de aca para allá arreglando las cosas del Rey y como Hoseok suponía, su esposo.
Entra al gran castillo y es recibido por una mujer de una edad mayor, demasiado mayor.
- Hola joven, ¿a que se debe su visita?.- la anciana es amable y eso hace que Hoseok sonría.
- Verá... vine por el trabajo.
- Ohh entonces bienvenido, el trabajo es tuyo.- ¿Qué? ¿Tan fácil? Esas preguntas rondan en la cabeza de Hoseok pero aún así sigue a la anciana.- Verás... lo único que tienes que hacer es lo que el esposo del Rey te pida, si él quiere una piedra le traeras una piedra.
- Bien... ¿Cuándo empiezo?
- Hoy mismo si te es posible, el joven Jimin necesita quien le ayude.
- Por mi esta bien... me urge el trabajo.
- Entonces vamos, te presentaré al maravilloso esposo del Rey.- Hoseok sigue una vez más a la anciana y lo lleva por unos pasillos los cuales son demasiado largos y con cuadros viejos pero bien cuidados. Hoseok es una de las personas las cuales sabe que no debe de tocar pero aún así lo hace, así que su curiosidad de sentir aquel cuadro le gana y lo toca, haciendo que éste caiga al suelo. Si, la mala suerte estaba de su lado.
Para su suerte la anciana no se percató y lo puso rápidamente en su lugar.
La mayor abre una gran puerta y por ella se deja ver una grande habitación, en la cual el esposo del Rey esta sentado.
- Joven Jimin, este muchacho será su nuevo empleado. Él se encargará de lo que usted desee.- Jimin examina a Hoseok con la mirada y asiente con la cabeza.- Bueno, los dejo. Con su permiso.- La anciana hace una reverencia y sale de la gran habitación.
- Mi nombre es Jung Hoseok, estoy para servirle.- Hoseok hace una pequeña reverencia mostrando su respeto ante el esposo del Rey.
- Jimin, solo llamame Jimin...
Hoseok sonríe con su hermosa sonrisa, la cual cautiva al omega.
- No se si deba llamarlo así, ¿al Rey no le molestará?
- No lo creo...- Jimin sonríe y esa sonrisa para Hoseok es hermosa.
- Bien... entonces un gusto, Jimin.
Al final el día de Hoseok no estaba taaan arruinado.
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