All This Years [JULIANTINA]

Segundo año, secundaria

Juliana miró fijamente por la ventanilla del autobús. Había salido de expedición junto al resto de la clase, pero debido a las condiciones del tiempo, el viaje había terminado antes de lo esperado.
Suspiró suavemente, sintiendo su panorama arruinado, aún más cuando Valentina consiguió convencer con demasiada facilidad a Camila para que le intercambiara asiento. Así que, como no podía faltar, la molesta chica estaba ahora a su lado sin dejarle respirar mientras que su amiga estaba con Robín. Quiso perdirle ayuda a Ally con el cambio de puesto y así quedarse en compañía de Lauren, no obstante, en cuanto se dirigió a ellas, se veían tan enfrascadas en una conversación aparentemente sería, que decidió desistir de la idea.

— Juls — Valentina la llamo con una voz excesivamente dulce — ¿Tienes hambre?, tengo unos sándwiches en mi mochila, ¿quieres? — Juliana giro a verle, inmutable — ¿Juls?

— Quiero ir al baño — y sin más, se puso de pie para bajar del autobús. Valentina no demoró en dejar su mochila de lado para seguirle.

— ¿Sabes?, el bus tiene baño, no veo la necesidad de salir y mojarse — se puso su capucha, llevando sus manos en sus bolsillos.

— No me gusta usar esos baños — Valentina entorno los ojos, a veces Juliana podía ser como una niña.

— El bus podría irse sin nosotras.

— Eso no pasará, aún faltaban personas por subir. La maestra estaba anotando sus nombres a medida que subían y ví perfectamente que faltaban como cinco — se encogió de hombros ligeramente, restándole importancia — Y de todas formas, ¿por qué me sigues al baño?

— ¿Qué?, ¿acaso yo no tengo necesidades básicas? — la contraria bufó, ignorandole por completo. Valentina sólo río y quitó sus manos de sus bolsillos para abrazarle por detrás, caminando de esa manera.

— ¡Estoy intentando llegar al baño!, ¡no puedo apurarme si tú haces esas cosas!

— A veces eres insoportable, Juls — chasqueo con la lengua, soltándose.

Juliana entró a los baños, sabiendo que su compañera la esperaba fuera del cubículo. No es como si no estuviera acostumbrada a ese tipo de cosas, pero era molesto tener a esa chica pisando sus talones todos los malditos días de su vida.
Como si fuera poco, luego de haberse besado en aquel baile, Valentina creía tener el derecho de poder hacerlo siempre que quisiera, y Juliana estuvo bastante tiempo perfeccionando sus reflejos para evitar que aquel demonio se aprovechará de la situación. Después de tantos rechazos, parece que aquella chica había comprendido que no podía besarla siempre que se le diera la gana y había desistido de ello. A Juliana le habría gustado que también desistiera de seguirla, pero suponía que era pedir mucho.

— ¿Terminaste? — Juliana seco sus manos, sin siquiera dignarse a responder — ¡Hey, se supone que estamos juntas! — se quejó cuando la morena se adelantó en salir del lugar.

Ambas se detuvieron unos segundos en la entrada, apreciando la lluvia que se había vuelto más intensa en esos cortos minutos. Se miraron a la vez, pensando lo mismo, y comenzaron a correr como locas para atravesar la extensa área verde que las separaba de la carretera.
Podrían haberse sentido aliviadas al llegar ahí, pero la consternación inundó sus rostros al reparar en un detalle importante: su autobús no estaba.

— ¡¿Se fueron sin nosotras?! — Juliana grito en medio del vacío mientras Valentina escondía sus manos, protegiéndolas de la lluvia y el frío.

— Te dije que eso podía pasar — se escuchaba extremadamente tranquila — Nosotras ya estábamos anotadas en la lista, no debimos bajar del bus.