Capítulo 15

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Luego de dos semanas, el vientre de TaeHyung ha crecido considerablemente. JungKook está demasiado tenso, sobre todo debido a las pesadillas que ha tenido con el engendro que crece cada vez más.

Apenas sale de su habitación con el temor de que esa cosa que TaeHyung tiene en su vientre, decida salir. Así que se limita a estar todo el día encerrado con la más que gastada excusa de que debe estudiar. Su única salida se limita a cuando baja las escaleras a mitad de la noche en puntas de pie para no hacer ruido, y se va a fumar a la plaza, hábito que TaeHyung le ha prohibido. Pero, es lo único que lo calma, es imposible que logre dejar de fumar en el momento más estresante de su vida.

El castaño se encuentra sensible y molesto, se siente incómodo y solloza porque quiere volver a ser un gato, si bien ha experimentado cosas increíbles como un humano, ya no soporta lo hormonales y sensibles que son, a pesar de que sólo él está así. TaeHyung no se soporta ni a él mismo y le preocupa ver a JungKook tan distante.

No sabe cómo abordarlo y contarle lo que le preocupa, tiende a mostrarse molesto, haciendo pucheros y esperando a que el pelinegro adivine mágicamente todo lo que le molesta. Pero… JungKook ni es adivino, ni piensa demasiado en los sentimientos de TaeHyung, se encuentra muy aturdido, con mil preocupaciones que hacen eco en su cabeza.

Como si no tuviesen ya suficientes problemas, JungKook le ha enseñado a TaeHyung a utilizar el teléfono. Le preocupa lo adicto que está su novio a ese aparato y también a Internet.

Al principio le había parecido una buena idea, TaeHyung estaba en la cama aburrido e irritable todo el día y pensó que no sería mala idea distraerlo un poco. Pero el castaño ha descubierto un nuevo mundo a través del Internet y no suelta ese maldito teléfono siquiera para dormir. A causo de ello, se ha hecho muy cercano a Jimin, se la pasan todo el día mandándose mensajes de texto, jugando online y riendo con estúpidos memes.

TaeHyung ha descubierto lastimosamente que mientras está con aquel aparatito de pantalla mágica, sus preocupaciones y tristezas pasan a un segundo plano. Incluso JungKook ha estado distante por ese mismo motivo, siente que TaeHyung ha cambiado el trato para con él, se siente desplazado. Y como ninguno de los dos se toma el tiempo para hablar y expresar lo que sienten, van construyendo poco a poco un muro entre ambos.

—  TaeHyung, apaga ese maldito teléfono, son las dos de la mañana —musita JungKook algo molesto, y es que la luz del celular lo ha despertado.

—  Ya casi termino, ¡le estoy ganando a Jimin! —responde concentrado, sin despegar la vista de la pantalla. Este mantiene cómodamente el teléfono apoyado sobre su enorme barriga.

JungKook resopla y se cubre el rostro con la almohada. Maldice el instante en que le enseñó a utilizar ese teléfono. A veces siente que es padre de un niño grande. Luego recuerda que pronto habrá un bebé de enserio en la casa y sus músculos se tensan. 

Luego de un buen rato, TaeHyung se queja mientras tantea en busca del cargador del teléfono, pero no lo encuentra. JungKook, aún con sus ojos cerrados, sonríe satisfecho. Y es que él lo ha escondido.

El castaño deja el teléfono sobre la mesita de luz y busca a JungKook para que le haga mimos. Este solía adorar cuando su novio lo buscaba como un mimoso gatito para que le diese caricias, pero ahora siente que lo busca como una segunda opción.

Por un instante, JungKook se siente tonto, pareciera que estuviese celoso de un estúpido teléfono. Pero no es el teléfono el problema. La razón, es que se da cuenta que el mundo de TaeHyung ya no gira a su alrededor, y pasa más tiempo hablando con Jimin que con él. Sí, ese es el problema, Jimin. Se siente terriblemente celoso de su mejor amigo.

Kitten || KookV [CONCLUÍDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora