Capítulo 3: La perdida

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Pasaron los años, después del nacimiento de Julián y la adopción de Emilia. Emilia ya había cumplido 12 años y Julián 9.

Emilia y Julián fueron al parque y sus padres decidieron acompañarlos para que no estuvieran solos, los papás no dejaban de discutir. Cuando llegaron a casa, los chicos se fueron a dejar los abrigos y entonces Verónica y Adrián volvieron adiscutir, Emilia se cansó de la situación y decidió actuar.

—¡No peleen más!-dice Emilia poniéndose en medio de ellos, Julián la saca del medio.

—¡No entiendo para que estamos intentando armar una familia, si lo único que haces es discutir!-dijo Adrián enojado.

—¡¿Entonces para que adoptamos a Emilia?!- dijo Verónica cansada de toda estapelea, pero por lastima, Emilia los había escuchado, y ya era demasiado tarde cuando la madre se dio cuenta de sus palabras.

Emilia, sin poder creer lo que había dicho su mama salió corriendo por las escaleras hacia su habitación y se encerró dando un portazo. Sus padres subieron a hablar con ella, pero no abrió la puerta, la había cerrado con llave.

Ella seguía sin poder creerlo, su propia madre había dicho que no era su hija, que era adoptada, ella lo pensó y se dio cuenta de que todo ese tiempo que pensó que ella era parte de esta familia, sin importar lo que pase, se dio cuenta de todo. Sus padres nunca le quisieron contar por miedo acómo podría llegar a reaccionar, desde que lo hablaron entre ellos dos no le habían dicho, nisiquiera, por lastima, pensaron decírselo.

Emilia lloraba mares mientras se miraba al espejo y se daba cuenta de que no era parte de esta familia, que simplemente era una chica que, por unos trámites, se hizo hija de ellos. Julián ya sabía de este secreto, ya que él los escucho cuando ellos hablaban de ello meses atrás, y cuando sus papás se dieron cuenta, le rogaron para que no vaya acontarle a su hermana sobre esto.

No sabían cómo explicarle a su propia hija porque fue la razón por la cual no le contaron la verdad en todos estos 12 años que ella lleva viva, no sabían cómo decirle que, por miedo, no abrieron la boca. Ellos la quieren desde la primera vez que la llevaron para su nuevo hogar, pero nunca pensaron que llegaría a este punto de quesu propia hija no se anima a verlos a la cara. Una mentira la cual tuvo que haber sido revelada de otra forma, no por una simple pelea, la cual la iba a lastimar de la peor manera posible, su madre, su propia madre, diciendo algo que pudieron contárselo de una manera completamente distinta, con una charla no una pelea sin sentido. Emilia camino hasta su cama mientras seguía llorando, se acostó, agarro las sabanas con fuerza y se tapó lo mejor que puedo, luego de un largo rato de llorar, se quedó profundamente dormida.

Abrir Los Ojos Ya AbiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora