Capítulo 5: El recordar

12 1 0
                                    

Emilia seguía en su cuarto, no podía recordar nada de su historia pasada, no había mucha conversación cuando la familia estaba reunida, o por lo menos cuando Emilia estaba presente en el mismo sitio o situación que ellos, y con familia se refería a sus "padres" con Julián hablaban pero no demasiado como solía ser. 

Del otro lado de la puerta de la habitación de Emilia, se encontraba Julián, estaba cansado de que su familia se esté separando por esta mentira, aunque el también siente algo de culpa por haberle ocultado a Emilia la verdad de su historia pasada. Él toco la puerta, pero nadie contesto, así que decidió abrirla por sí mismo.

 —¡Ya estoy cansado de que te quedes encerrada sin hacer nada! -comenta al encontrar a Emilia en su cama mirando el techo sin saber qué hacer. Ella se para lo agarra de la muñeca y los saca de su habitación casi arrastrándolo. Y esta vez ella si cerró su puerta con llave. Estaba harta de que Julián se haga el hermano mayor todo el tiempo sabiendo que ella lo era en vez de él. 

Así que esa misma noche, ella se cansa de todo hasta el punto que decide irse de ese lugar a saber la verdad. ¿Que fue lo que paso con sus padres? ¿Cómo llegó ese orfanato? ¿Seguirán ellos vivos? ¿Tendrá las respuestas que busca? 

Ella abre la ventana de su cuarto, y comienza a bajar de a poco. Salta la reja de su casa y se va caminando hacia un lugar que creía recordar con un poco de confusión. 

A la mañana siguiente, cuando Julián va a "despertar" a Emilia, y ve que no está en su habitación. Pensó si estaría en el baño. Cuando ve que no sale, va a revisar toda la casa y no la encuentra. 

—¡Ma! ¡Emily no esta en su cuarto pero tampoco está en la casa! 

—¿¡Qué?! -grita desesperada Verónica mientras que sube las escaleras corriendo. 

—¡Emilia no está! - contesta él asustado.

—¿Estás seguro? ¿Buscaste por todos lados?-dice ella empezando a buscar, pero cuando entra al cuarto de Emily ve que la ventana está abierta y hay una soga colgando de esta. Llaman rápido a Adrián para ver si se encontraba con el, pero dice que no. 

Llaman a la policía y Adrián se acerca a la casa de Verónica para ayudar con la búsqueda de su hija. Mientras tanto, Emily se encontraba en una plaza, pero como temía que la encuentren salió corriendo de ahí. 

Ella se sentía muy triste, preocupada pero a la vez aliviada por haberse ido, porque los últimos días en su casa fueron muy estresantes ya que los que creía que eran sus padres ya no lo eran según ella, y nunca lo fueron, por lo menos los verdaderos, bueno o eso creía ella. 

La chica caminaba sola por las calles solitarias y peligrosas, pero ella no tenía idea que habían llamado a la policía y habían puesto carteles con su foto por todas partes. De repente Emily se choca con alguien, era una persona que había visto un cartel con su foto.

—Disculpe no la había visto -habla un señor mayor-, espera un momento, eres esa niña que está en los carteles- ella sale corriendo y se aleja de este señor. Él va a la comisaria a contar que la vio. 

Después de correr algunas cuadras, se detuvo enfrente de un gran edificio donde ve carteles de ella que estaba desaparecida, así que de su mochila saco una campera no muy gruesa y se la puso y se colocó la capucha para no ser reconocida. 

No podía creer que en menos de veinticuatro horas ya hubiera carteles de sí misma. De la nada empieza a sentir su celular vibrar, cuando lo vio encontró veinte llamadas perdidas de su madre y casi treinta mensajes de su padre. Sabía que podrían rastrear el celular, así que lo apago y lo tiro a la basura.

Abrir Los Ojos Ya AbiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora