Capitulo 06;

25 8 0
                                    

Harry se movía en el interior de Bea con agitación, besándole la boca, las mejillas y cada centímetro de su piel que podía alcanzar. Bea jadeaba bajo su cuerpo, sintiendo las gotas de sudor del pecho del Harry pegándose al suyo. Tenía las manos en su espalda, en sus omoplatos, apretando con fuerza y tratando de no clavarle las uñas cada vez que él embestía con una fuerza y fiereza inimaginable. Harry la transportaba a terrenos que ella nunca había pisado, que eran totalmente desconocidos para ella. Las sensaciones que Harry le estaba haciendo sentir no se describían con facilidad. Había buscado la manera de expresarlo como fuera, pero no encontraba palabras suficientes y cercanas a lo que realmente sentía. Harry lo había hecho.

Se había inclinado sobre ella antes de volver a hacerla suya y pegando sus labios al oído de la

chica le había susurrado:

-Te quiero, Bea...

Y el mundo de Bea había dado un giro completo en tan solo tres segundos. Se aferró a Harry con fuerza y después de darle un beso adormecedor y tierno en la boca le dijo que ella también lo hacía, que ella también lo quería. No sabía como había sucedido, pero se había enamorado de él, de su

salvador. La había arrancado de las manos de la muerte, la

había cuidado y luego le había ayudado a lanzar lejos de su cabeza todas las malas sensaciones que le había provocado la visión de aquel coche sobre ella intercambiándolas por unas

incomparables que Bea nunca podría agradecerle. Se limitó a levantar las caderas para que Harry pudiera introducirse entre sus paredes vaginales,

humedecidas hasta tal punto que la facilidad con la que el pene del joven se deslizaba en su interior sobrepasaba lo humanamente posible.

Él gimió, jadeó con intensidad.

Agarró las nalgas de Bea, las apretó, masajeándolas y empujándolas contra él.

-Más-Murmuró Bea en un gritito. Harry obedeció.-¡Ahh, Harry!

-Sí, cariño. ¿Te gusta?

Ella le respondió con un apasionado beso en los labios, donde sus lenguas entraron en un combate a muerte. Luego empezó a sentir unos brutales

espasmos que empezaron a llevarla por el camino de la locura. Abrió bien los ojos y buscó los de Harry.

-Estoy llegando...-Jadeó con la voz ahogada.

-Yo también-Replicó él-Corrámonos juntos.

La idea le pareció atronadora. Correrse juntos. Era simplemente perfecto.

Harry se dejó caer sobre el cuerpo de Bea. Vientre contra vientre, pecho contra pecho, corazón contra corazón. Escondió la cabeza en el cuello de Bea y empezó a succionarle la piel mientras incrementaba la intensidad de las embestidas.

Los gritos de Bea se incrementaron velozmente.

Ladeó la cabeza a un lado para darle más accesibilidad a Harry con su tarea y la sensación

que aquello le producía más lo que estaba a punto de acontecerse, solo pensarlo, ya llegó al límite.

-¡¡Dios, Harry!! ¡¡Siiiiiii!!

-Oh, ¡joder! -Gruñó él cuando empezó a eyacular sin parar.

Casi un minuto después soltaron todo el aire acumulado en los pulmones y se acostaron

enroscados el uno en el otro piernas enredadas y corazones pegados. Harry le sonrió a Bea y le dio un golpecito en la nariz

Cuando los extraños se enamoran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora