Día 3

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NOTA: 

TEMAS DELICADOS, TENER A LA MANO PAÑUELOS

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-¿Entonces no tienes hermanos?

-nop - dijo rápido

-¿Y tú papá?

-no se - se encogió de hombros

-¿Y no te molesta ser solo tu mamá y tú?

-nop

-¡Denki deja de interrogar a ese pobre niño! - gritó Shinsou desde la cocina.

Era miércoles y los miércoles eran días muy movidos para el peli morado, ese día tenía que resurtir los insumos de la cafetería además de recoger los pedidos de chocolates que su vecina, Inko Midoriya, hacia desde su casa.

El trato era simple, ella hacía los deliciosos chocolates de los sabores que ella escogiera (así tendría variedad) y él los recogía dos o tres veces por semana y pagaba al llevárselos.

Inko era madre soltera y su hijo, Izuku, había sido diagnosticado con un grado de autismo. Al principio ella hacía los postres en una pequeña cocina en la parte posterior de la cafetería, pero Izuku se ponía muy nervioso cuando había mucha gente, así que decidieron que mejor se quedaran en casa, donde estuviera más tranquilo el niño y con la seguridad de que no le dé un ataque de pánico en medio de la calle.

-Pero es que es tan lindo, míralo - lo levantó y le movía los brazos como si estuvieran bailando. El niño solo reía

-¡Que lo dejes en paz! - volvió a regañarlo

La gordita sonreía desde la cocina empaquetando el último pedido

-Déjalos Shinsou, hace mucho que no veía a Izuku tan feliz... Últimamente se ha obsesionado con escribir y dibujar en sus cuadernos. Todo el día murmura cosas que no logro descifrar, así que escucharlo reír es una delicia que no se me da todos los días - decía tapándose la sonrisa con una mano tímida

Shinsou suspiró

-Bien, llevaré estás cajas al auto y volveré por las demás, no hagas ninguna travesura

-Izuku no hace travesuras - le contesto el rubio

-Me refería a ti - y salió con un par de cajas mientras Inko le ayudaba con la puerta


Ya solos, el pequeño niño le pidió que bajara a su altura

-¿Te acuerdas de mí?

-claro que me acuerdo de ti - le sonrió - te aferraste a mi cuando separé tu alma de ese cuerpo malherido

-estaba muy asustado - el niño empezó a voltear hacia un punto invisible en la pared - ese día lo conocí a él... Él a veces viene a visitarme

-ohh... ¿De verdad?

-ajá... Me dice cosas, números, muchas palabras que no entiendo y las escribo para que no se me olviden... A veces vienen otros, ayudan a mamá cuando está muy estresada... la calman

-sí, eso hacen los ángeles

-ajá... Me dijo que vendrías, me asusté, pensé que moriría otra vez.


Denki sonrío y le revolvió aún más su despeinado cabello verde

-No aún no, estás lleno de energía, resplandeces como un sol... Aún no es tu hora, falta mucho y además tienes muchas cosas que hacer en esta vida

Vacaciones de la Muerte (SHINKAMI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora