A veces, cuando nos enamoramos, comenzamos a ser egoístas con nosotros mismos. Comenzamos a ver a esa persona amada como el centro de nuestra vida, como la raíz de nuestra existencia. Vivimos tan apegados a ese ser, que ni siquiera sabemos si realmente siente lo mismo por nosotros. Es decir, no sabemos tan siquiera si ese sentimiento es recíproco. Realmente ni siquiera nos importa del todo, ya que estamos tan cegados en complacerlos, que dejamos a un lado lo que deseamos o aquello que nos hace felices. Cuando nos enamoramos, olvidamos nuestra individualidad, olvidamos ser nosotros para ser de alguien más. A veces, esa entrega es retribuida con amor, comprensión, afecto y fidelidad. En otras ocasiones, ni quiera un 5% de esa entrega es retribuida y ahí es cuando comenzamos a cuestionarnos sobre si realmente valío la pena todo el esfuerzo que llevamos a cabo. Nunca debemos olvidar que lo más importante en esta vida, es amarnos a nosotros mismos y ese amor debe venir de la mano con respeto y dignidad. Amor propio, esa es la clave para vivir una vida plena sin codepencia, sin toxicidades, sin apego. Quizás suene un poco egoísta esta frase, pero, debemos ponernos a notrosos mismos sobre los demás y aprender que el centro de nuestra vida, somos nosostros mismos.
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Escritos
General FictionEsta parte de mi espacio creativo es donde quiero presentarles a ustedes, mis lectores pequeños fragmentos de escritos que vienen a mi mente. No son historias, ni serán historias en un futuro. Simplemente son escritos o incluso poemas que han venido...