Siete.☆

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Y así fueron el resto de las tardes de Jungkook, todos los días excepto los sábados y domingos, ahí si no iba a mover ni un dedo por Taehyung, esos días eran sagrados para él y como buen vago no se levantaría de cama y mucho menos salir de su casa, como ya lo dijo. Después de un agotador domingo, se encontraban en lunes, realmente no había pasado mucho en el colegio y tampoco había dejado mucho trabajo para sus alumnos, por un algún motivo que no deseaba admitir estaba de un buen humor y Somi lo notó. Esa mocosa era una irrespetuosa, no sabía los límites que existían entre ellos. Pero igual se lo permitía.

Tocó la puerta delante que estaba delante de él, espero pacientemente que le abrieran, de ahora en adelante así era su rutina, esperar a que un lisiado  lo dejara pasar a su casa para hablar de cualquier tema, el primero que se les cruzaba, porque así eran ellos, juntos.

Esa ahora era su vida.

— Jungkook, no es buen momento. — Dijo algo tosco, siendo cortante como jamás lo había sido.

— ¿Hay visitas? — escuchó la voz de alguien más, de una chica en especifico, juró que no le había molestado, en serio que no.

— Vete, Jeon.

— ¿Quién es? — preguntó el menor de ambos, alzando una ceja, tratando de sólo verse curioso y nada más, pero en realidad se estaba muriendo. — ¿Por qué no me dejas pasar? — volvió a insistir, observando como el rubio se masajeaba lenta y cuidadosamente en el entrecejo, algo irritado.

— No es un buen momento. — Volvió a repetir — no debo darte explicaciones de todas formas — susurró, pues así había sido su pequeña y hostil conversación, entre susurras.

Jungkook iba a responder hasta que una esa persona apareció en su campo de visión, al lado de Taehyung, se la quedo viendo un momento, era bonita ¿de que servía mentir? eso sí, algo pequeña comparado con ambos, de estatura y contextura. Igual no la podía odiar si le sonreía de esa manera.

— Mi nombre es algo complicado así que sólo dime Sorn, encantada. — Pronunció, sin dejar de llevar esa sonrisa, mostrando toda su hilera de dientes.

— Él ya se iba, no te tomes las molestias, pequeña. — Volteo a verla, regalándole una hermosa sonrisa, con hoyuelos y todo.

Al parecer todo era sonrisitas para ellos dos, pero hasta ahí llego el buen humor de Jungkook, su semblante cambio dramáticamente, dándole un aspecto algo sombrío. — Ya veo que estás bien acompañado, ni para que tomarme las molestias — trató de decirlo con el tono más suave y amigable posible, y lo logró pues la chica le volvió a sonreír ampliamente para después reír. — Ya me voy, sólo quería dejarle estos papeles a Taehyung. — comentó, estirando las hojas hacia ambos, esperando a que alguno de los dos lo tomara.

Si creyó que su odio había disminuido, estaba equivocado, ahora más que nunca lo odiaba. Y no le importaba si esa palabra sonara muy fuerte. ¿Qué fue esa manera de tratarlo? ¿Y esa chica de dónde había salido? Ahora todo se encontraba mal, gracias a Kim Taehyung y a la tal Sorn.

Lo siento, Somi.

Te defraude, supongo.

¡Odio al profesor Kim! ♡ kookv. [hiatus] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora