Ocho.☆

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— ¡Dios, Jungkook! ¡Parece que te hubieran mordido dos perros rabiosos! — gritó, ya fastidiado del comportamiento de su amigo.

— Estoy bien, Seokjin, ya deja de imaginarte cosas que no son. — Respondía, igual de cansado que el contrario de la actitud de este mismo. — Ve a molestar a alguien a Sowon, a mi no me jodas más — gruño, levantándose de la mesa de profesores y yéndose lejos de ahí.

Jin sin poder creerlo, señaló al menor que se encontraba de espaldas caminando hacia la salida, y hizo unas cuantas caras señalando a los demás profesores, claro esta, su grupo de amigos. — ¡Como se atreve ese mocoso!

— Bueno, definitivamente a mi me gusta más este Jungkook que el de siempre. — Expreso el profesor Min, divertido por la situación que había sucedido al frente de sus ojos, sin duda mejor que alguna película tonta de Hollywood. 

Namjoon no dijo nada al respecto, la verdad era que lo ignoraba cada que se ponía en ese plan tan insoportable, no, él no estaba dispuesto a arruinar sus fabulosas vibras por un niño caprichoso como lo era Jungkook, ni loco.

Aunque por una taza de acrílico rota lo sacaba mucho más de sus casillas.

— Mierda — susurró, recogiendo cada pedacito de acrílico roto, por suerte no se había servido café o eso sería peor.

— ¿En serio, Namjoon? — le dedicó una mirada poker face en todo su esplendor.

El mencionado se la devolvió, no dándose cuenta de lo que hacía  pinchando por error uno de sus dedos, sangrando al instante.

— ¡Joder! ¿Ves lo que causas, Min?

— Yo no te he mandado a romper el vaso y poner más atención a mi rostro que a lo que estabas haciendo, así que no, no es mi jodida culpa, Kim. — A medida que decía cada una de sus palabras iba acercándose más y más al rostro contrario, enojándose igual o peor que Namjoon. 

— ¡Cállense los dos, maldita sea! — Ambos regresaron a ver al mayor, dejando de lado su ridícula, pero necesaria, pelea de miradas, cuando lo escucharon decir una mala palabra — ahí están los dos, discutiendo como dos críos y no me dejan concentrarme en lo más importante. Ya dejen de pensar que una estúpida taza es más importante que Jungkook, porque no lo es, así que cállense de una vez o juro que los mataré de la manera más putamente dolorosa, así que cierren el jodido hocico por un moment-.

Y antes de terminar fue interrumpido por una dulce voz.

— ¡Jinnie! ¡¿Qué cosas dices?!

— Sowon, bebé — aspiró el aroma de su pareja, era algo dulce pero a la vez ácido, y sólo a ella le quedaba bien, demonios. Suspiró rendido ante ella y se calmo un poco, pero su furia lo volvió a inundar cuando escucho a dos sanguijuelas si quiera atreverse a reírse de él.

— Hablaré con Jimin y Hoseok.

Refiriéndose a las parejas de los chicos, respectivamente.

Fue lo único que logro callar a ambos y ponerlos pálidos rápidamente. Sonrió victoriosamente cuando los dos chicos hicieron una pequeña reverencia, pidiendo disculpas con sus miradas. Tomo de la mano a Sowon y la sentó a un lado de él, permitiendo que la joven estirara sus piernas en las suyas propias, lentamente comenzó a acariciarlas.

¡Odio al profesor Kim! ♡ kookv. [hiatus] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora