Carta 3

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Querido Dios

Hola, si soy yo de nuevo.
Llore hasta altas horas de la madrugada (raro no?), no podía pegar ojo, me siento frustrada y cansada, el dolor no paraba... No le dije a nadie, todos dormían pero yo sentía que moría, me dolía tanto que lo único que pude hacer fue abrazar mi almohada y llorar.

Este momento me recordó a algo que pasó hace unos años, te recuerdas? La primera vez que sentí ese tipo de dolor? El dolor era tan fuerte que me desmayé?

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Fue hace 4 años, estaba ayudando a mi mamá en su tienda de cosas de belleza y de repente sentí un dolor tan fuerte en la parte baja del abdomen que no podía ni moverme, trate de caminar hasta la silla más cercana para poder sentarme hasta que el dolor pasará, di un paso y el dolor fue en aumento, aumentó tanto que todo se puso negro.

Cuando reaccione estaba en suelo mi prima y mi mamá estaban a mi alrededor una sosteniendo un algodón con alcohol y la otra con el teléfono en la mano.

Me ayudaron a ponerme de pie y con esfuerzo me llevaron al auto, fuimos a una clínica cercana a donde nos encontrábamos y la doctora que nos atendió llegó a la conclusión de que tenía problemas de intestino, exceso de comidas con grasa provocaban el dolor, me recetó varios medicamentos, pastillas de varios tamaña nos diferentes.
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¿Por qué? Si sabias ¿por qué permitir que llegará a más? ¿Por qué no pararlo? ¿Por qué permitir que sufriera? ¿Por qué permitir tanto dolor por tantos años?

Con cariño y desesperación

Lissa

Querido DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora