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Bien, no voy a negarte que desde que tomé asiento no he dejado de mirar por la ventana y contar mentalmente los minutos que faltan para llegar hasta ti.

Acomodé la bufanda que tenía puesta hasta cubrir mi nariz, intentando disimular mi mirada cuando por fin te hiciste presente.

En cuanto tomaste asiento nos adentramos en una amena conversación sobre cómo habiamos pasado el día, tan cómoda y agradable  que por poco y pasaba por alto un ligero temblor en tus brazos y como de manera disimulada las palmas de tus manos cobijaban tus codos, tratando de evitar el frío.

Fue entonces cuando realmente te observé detenidamente. No llevabas un abrigo, chaqueta, o algo realmente bueno para este clima tan cambiante. Tan solo un suéter delgado y jeans.

Chasquée la lengua sin poder evitarlo mientras desenredaba la bufanda de mi cuello, acercándome un poco más de lo necesario a tu rostro.

Tu cuerpo se quedó estático mientras yo pasaba mis brazos alrededor de tu cuello y ajustaba la bufanda a ti, dejando de hablar y centrando tu atención en mis movimientos.

—Hace frío— dije sin más.

Tomaste los bordes de la prenda e intentaste quitartela para devolvermela murmurando nerviosa que no era necesario pero inmediatamente te detuve tomando de tus muñecas sin mucha fuerza.

—Puedes regresármela después.— Te dije, tratando de tranquilizarla con una leve sonrisa.

—Pero...— Intentaste contradecirme, guardando silencio y esforzándote por encontrar alguna razón para no llevarte mi prenda.

—Anda, que ya hemos llegado a tu estación— Cubrí mi boca simulando sorpresa.— Tienes que irte ya Chaeyoung, anda, anda.

Hice un ademán con ambas manos para indicar que bajara ya y así lo hizo, casi a regañadientes.

Y tratando de esconder un pequeño sonrojo tras la bufanda que llevabas puesta.


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A Pink Girl [Chaesoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora