ℳʏ ℬᴏʏғʀɪᴇɴᴅ σғ ℒɪᴇ ₂.₀ © {YoonMin} |ADAPTADA|⚣BTS/YAOI/GAY/BL

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Si Agust D fuera realmente el novio de JiMin no permitiría que se acostará con alguien, o inclusive coquetear con otras chicas. Eso sí que no, porque eso no sería cabal ni muchos menos el tiempo que llevaban juntos. Pero todo era divergente ya que no eran verdaderos novios..., y eso al mayor comenzaba a molestarle sin darse cuenta.

ㅡ¡Dongsaeng! ㅡbramó cuando se acercó para hacerse notar.

ㅡ¡Ahh! ¿Tú? ㅡgimió con voz como cual borrachoㅡ. Vete, estoy ocupadooo ㅡsiguió moviendo las caderas de forma sensual, mientras apretaba los senos de aquella peliroja.

La joven también parecía ignorarle la presencia enojosa, no obstante desde aquella luz no se notaba borracha. Podía escuchar mezclarse ambos gemidos, sinceramente le provocaban náuseas.

No estimaba ser violento con su compañero, pero la ira lo consumió, le tomó del brazo empujándole hasta tirarle al suelo. Importándole poco que este lo mirase estupefacto, la muchachita con urgencias salió huyendo del puro miedo u terror. El bajito se tocó la cabeza, no estaba en condiciones de levantarse sin ayuda. Que comenzó a llorar del abatimiento, la respiración del alto era similar a la de un toro.

ㅡ¡Arruinas mi noche! ㅡdesgañitó el borracho, tratando de que sus reflejos volvieran para meter su polla dentro de sus pantalones. Cuando logró su objetivo se sintió vacíoㅡ. Eres un hijo de... ㅡse mordió el labio inferior, sintiendo el vomito venir.

ㅡ¿Usaste condón siquiera, ah? ㅡretó al chico alcoholizadoㅡ. ¿Qué pasa si se queda embarazada? No sabes cuidarte de ti mismo, maldito imbécil.

El joven encetó a llorar de forma dramática, el castaño no estaba para estas niñeadas por lo cual no tenía idóneo u mansedumbre. En absoluto había visto a su menor de tal forma. Se acercó a tomarle del brazo, levántandole del suelo. Dejándole que le rodé el cuello de forma lateral para ayudarle a caminar, mientras le tomaba de la cintura, hasta sacarlo del lugar.

ㅡNo me importa cuan borracho te encuentres, no traigo dinero para un taxi. Por favor sostente fuerte de mi cintura ㅡadvierte, llevándolo hasta la salida de emergencias.

Cuando el castaño logró divisar su motocicleta oscura, ayudó a su adverso en subirse y luego le colocó el único casco que trajo. A los segundo se subió, su compinche se acurrucó en su espalda, abrazándole desde la cintura con los ojos cerrados. Casi durmiéndose, el pelirubio era un mal bebedor y lo que el alto no entendía era que clase de lamento tenía que sucederle para encontrase en estas condiciones poco gratas.

Solo habían discutido cuando se vieron por lo que le cayó muy mal aquello, pero maldita sea que no se hallaba enterado si este tenía una novia. Nunca había comentado al respecto en absolutamente nada. El rubio muchas veces era un enigma de ser humano, habían dejado de ser tan unidos como hace dos años atrás y extrañaba esos días donde podían dormir juntos sin que nadie les molestarán.

Es utópico pensar que amar es un sendero de rosas. Es que no es fácil sintonizar dos mundos completamente distintos. Dejar de lado el ego y pensar como pareja. Hacer cosas que nunca creímos hacer, tan solo por ver sonreír al otro. Eso es quizás la piedra en el zapato. Esa misma que nosotros nos encargamos de poner en el camino de la felicidad junto a otra persona. Allí, en ese punto, es cuando decimos que el amor es complicado, pero no lo es. Solo que nosotros, en nuestro afán de ganar, como si se tratara de una competencia, decidimos pensar en nosotros mismos, olvidándonos de dar un poquito más. Todo para hacer feliz al otro. Y, entonces, aseguramos que cada paso recorrido fue una equivocación. Y botamos todo a la basura. Decidimos desechar los recuerdos. Olvidar los motivos que nos unieron. Borrón y cuenta nueva, decimos y aquí no ha pasado nada.

Así funciona...

Estamos tan inmersos en nosotros mismos, que olvidamos la simpleza del amor. Por eso volvemos a estar solos, por eso nos quejamos que nada nos funciona. Que el problema esta en los demás.

Quedamos exhaustos de amar pero en el fondo, con una insaciable sed de seguir buscándolo. Y decimos que no nacimos para amar que eso es para otros. Quizá, en lo más profundo de nuestro ser, estamos más vacíos de lo que estábamos antes. Qué ridículos seremos los seres humanos. Se debería aprender a luchar más y a desechar menos. Amar poco, pero bien. Humanizar más nuestras relaciones y estar dispuestos a entender que no podemos dejar de cometer errores y no vivir encaminados hacia una felicidad superficial, que se extingue ante el primer bajón.

(...)

El castaño no estaba seguro si recordaba haberle visto en tan mal estado anteriormente. De hecho este se pasó el mayor tiempo de la madrugada vomitando en el escusado, luego su camarada lo metió a la ducha desnudo, dejándole sentado en el suelo. Esperando que se recompusiera.

Cuando acabó la ducha lo llevó en sus brazos con la toalla envuelta en su cuerpo. Dejándole en la cama para secar su blanquecina piel; Suga evitaba mirar las partes íntimas del rubio porque le ponía extraño. Con trabajo le colocó sus usables medias, que al bajito le llegaban hasta las rodillas. Le dejó puesta una de playeras favoritas, graciosamente a su mejor amigo le llegaban hasta los delicados muslos pequeños.

ㅡAmor...ㅡlloriquea con los ojos levemente abiertos.

ㅡ¿Qué pasa? ㅡpregunta mientras le coloca unos boxer sin ocupar, ignorando como había sido llamado.

ㅡEyaculé dentro de Rose ㅡhace berrinches pataleando, luego se aferra en el cuello contrario sin intensiones de soltarse jamásㅡ, ¡la cague! Todo es tu culpa...

El mayor intentó protestar por aquellas acusaciones sin sentido, pero el rubio hizo un movimiento que su opuesto no vio venir.

Suga fue besado.

Su novio de mentira posó sus labios en los suyos de forma descomunal mientras acariciaba su espalda ancha, dispuesto a todo. El mayor no se opuso al beso; de hecho le correspondió con una necesidad impresionante, al sentir aquel contacto de gruesas carnes suaves. Porque aún estaba molesto que algo suyo fuera de alguien más, ha esperado este momento quizá muchos años. Siente amor y amargura, tantos sentimientos lo amordazan que le cuesta respirar; aquella persona que ha cuidado y amado le ha besado como nunca antes.

¿Se suponía que los amigos de toda la vida hacían esto? -se preguntó constantemente.

Para cuando se dio cuenta, ya no había vuelta atrás. 

Porque fueron uno los dos.