Me enamoré de un anime (Zero x tú)【𝖁𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖊 𝕶𝖓𝖎𝖌𝖍𝖙】

Capitulo 18: Necesita saberlo

Turno de Zero.

Había escapado de ese lugar, no podía quedarme un minuto más sabiendo que ella estaba ahí. Me sentía tan miserable y estúpido, sabiendo que yo fui el que tuvo la culpa por abrir mi boca y soltar aquellas palabras que dañaron a la chica que tanto hizo por mí. Ahora no sé que hacer. Estoy pensando en regresar y aclarar las cosas. Necesito hablar con ella y decirle que soy un imbécil por haberle hecho sufrir, por mis tonterías.
Todo lo que hemos pasado juntos, me hace recordar, aquella chica que antes era para mí lo más preciado que tenía y que ahora no está. Eso me hace pensar que _____, puede desaparecer como Yuki, si sigo siendo de esta forma. Ahora me pregunto, ¿por qué no pienso bien las cosas? De qué me sirve volver a mi mundo si mi vida volverá hacer la misma. Aburrida y sin sentido.

Necesito ir con ella y pronto, para poder arreglar las cosas y hacerle saber que no soy el tipo de persona que ella piensa. Demostrarle que puedo ser como ella quiere que sea.  Necesita saberlo. Ahora me tocaría pensar en la mejor manera de poder hablarlo con ella sin que escape alejándose de mí. No quiero que me tema. Quiero que me tenga confianza.

Ahora me tocaría ir de regreso a su casa, que en estos momentos me encontraba caminando por las calles de su ciudad. Pensaba en como disculparme con ella, mejor dicho, pedirle perdón, ya que esto no era algo de poca importancia. No debí hacerla llorar, sin embargo, eso hace más difícil que me perdone.
Mientras caminaba, encontré un puesto de flores que habitaba en una esquina de la cuadra. Fui para allá, tal vez un ramo de flores la haga sentir bien, por lo menos para calmarla un poco y que escuche mis palabras sin temor a que de enoje.

Zero: Tome, aquí está lo de las flores —extendí el brazo para darle el dinero a la vendedora.

Vendedora: Gracias joven, que tenga un buen día.

(...)

Después de la caminata que me di para llegar hasta su casa, al fin lo había conseguido. Toqué su puerta, dos golpes para ser preciso, mientras estaba de pie frente de ella, con el ramo detrás mío. Esperaba su respuesta, a que me abriera, quién sabe que sorpresa se llevaría al verme aquí. No avisé cuando salí, pero de seguro se dio cuenta cuando no miró presencia alguna. Estaba un poco nervioso. La tensión me estaba matando.

Escuché un ruido detrás de la puerta, seguro era ella, ya venía para acá. La puerta se abrió lentamente, dejándose ver un rostro conocido. Volteó su mirada para no verme de frente.

Zero: _____, vengo hablar contigo —saqué el ramo detrás y se lo mostré—. Toma, son para ti.

_____: No sé que decir, no eran necesarias... —se veía con los ojos brillosos, tomó el ramo para después hablar—. Zero, perdón por lo de hace...

Zero: No, no lo hagas. Yo soy el que tiene que pedirte perdón, no estaba pensando bien las cosas y me dejé llevar por mi enojo, es mi culpa —agaché la cabeza y apreté mis muñecas—. No era mi intención hacerte llorar.

_____: Bueno... —no sonaba muy convencida de lo que escuchó.

Zero: _____, gracias por todo lo que has hecho por mí. No he sabido como valorarlo. Seguro que eso te lastimó. Solamente soy un idiota que pensó en sí mismo todo el tiempo. Por eso te pido que me perdones.

_____: Zero, esta bien, te perdono. No debí tomármelo por personal.

Zero: No, estás en todo tu derecho —sin nada más que decirle, me lancé contra ella y la abracé. Se sentía raro.

_____: Zero —empezaba a tartamudear.

Zero: No digas nada.

Nos quedamos así por un largo rato, ella se sentía mejor y eso de alguna forma me ponía bien a mí. Estoy contento de que esto haya terminado como debía de ser.

Entramos a casa, ella me ofreció un poco de té. Me acomodaba en una silla de su comedor para tomar de mi bebida caliente ahí. Ella se encontraba en la cocina sirviendo con tu tetera de porcelana mi té dentro de una taza de barro.

Me entregó mi té, al igual ella se sirvió uno y estuvimos un rato los dos tranquilos. Digo que un rato porque de repente, se escuchó un golpazo en la puerta, que espantó a _____, y a mí me preocupó. Nadie de los dos quizo ir a ver, pero tenía que ser yo el que revisara. Me pregunto quién podrá ser.