Cap.5

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Me levanté con un dolor de cabeza brutal, cuando abro los ojos veo todo borroso hasta que los vuelvo a cerrar y los abro de nuevo, veo que estoy en una habitación de hospital ya que todo esta pintado de blanco y lo único que se escucha es el pitido de las máquinas y eso hace que me de más dolor de cabeza, al mirar por la ventana veo que es de día. ¿Que hora sera? ¿cuantas horas llevo dormida? ¿que hago aquí? ¿que me paso? esas y más preguntan me hago. Cuando trato de alzar mi brazo, miro mi mano y ahí me doy cuenta que tengo una aguja poniendome el suero hasta mis tripas empezaron a sonar de la hambre que tengo, la puerta de la habitación se abre dejandome ver quien es la perona y todos mis sentidos se ponen en alerta porque pensé que eran mis amigos no él. ¿No le basto con hacerme la vida imposible en la otra ciudad? ¿que más quiere hacerme ahora? ¿torturarme? o peor aún ¿matarme?.

-¿Que haces aquí?- le digo fria.

-Valla, ¿esa es tu manera de recibir a tu amigo?- me dice riendo.

-Hace tiempo que dejamos de serlo sino te acuerdas- le digo seria, me hubiera cruzado de brazos sino fuera por la aguja que tengo.

-Ohh, verdad, se me había olvidado- me dice burlón y yo lo miro mal.

-¿Que es lo que quieres? ¿no te basto con hacerme la vida imposible en la otra ciudad?- le pregunto enfadada.

-Bueno, solo pasaba para saludar y también para decirte que aunque te hallas mudado por tu supuesto "bien" según tus familiares, no te creas que te voy a dejar en paz hasta que no pagues lo que hicistes- me dice él con enfado.

-¡Y cuantas veces te tengo que decir yo a ti que no fui yo! ¡¿ahh?! ¡todos me hechan la culpa a mí sin tener las pruebas suficientes!- le digo alterada.

-¡Fuistes tú! ¡tú eras la que estabas con él ese día! ¡tú eras la unica que lo habias visto tú y solo tú!- me empieza a decir alterado también -eso lo vermos el día del juicio Lizbeth, mi familia y yo no descansaremos hasta verte culpable- termina de decirme un poco más calmado para salir de la habitación cerrando la puerta con un portazo.

Me acosté en la camilla de nuevo mientras me pasaba la mano por el pelo desesperada... me importaba una mierda que tuviera la aguja en mi brazo hasta que no termine todo esto de una vez no voy a estar tranquila, no iba a respirar tranquila. No sabía que estaba llorando hasta que sentí las lagrimas caer en mis brazos y tampoco sabía que estaba tan alterada sino fuera porque la enfermera entro a mi habitación para decirme que me tranquilizara ya que la máquina estaba haciendo un ruido horrible.

Yo no podía tranquilizarme mientras esos recuerdos pasaran por mi mente para torturarme más de lo que ya estaba, me tuvieron que poner un tranquilizante para así poder lograr calmarme y al rato lo logre pero, me quede dormida de nuevo. Las horas pasaban y yo todavía mantenia los ojos cerrados más sentía mi cuerpo cansado como si nunca hubiera dormido en años. Sentía una paz en todo mi cuerpo que hasta me asustaba de estar muerta o de no sentir mi cuerpo otra vez o de no poder abrir mis ojos más nada, me sentía tan bién que ni lo podia negar, hasta que sentí que me apretaban la mano y ahí pude abrir los ojos y ví a mi madre llorar.

-Cariño, no sabes el susto que nos haz dado a tu padre, a mí, a los chicos y a tu hermano- me dice llorando.

-Lo siento, no fue mi intención lo prometo- le digo con una sonrisa arrepentida y le limpio las lágrimas de su mejilla.

-Estabamos todos preocupados, especialmente Anthony que no a estado tranquilo- me empieza a decir -dice que cuando te vio allí tirada su mundo se vino abajo, pero tú sabes como es él, que a veces cuando está preocupado exagera mucho las cosas- termina riendo y yo me uno con ella.

-Quien dijo madre, él nunca exagera las cosas- le digo divertida, ella me mira con una ceja levanta y una sonrisa mientras me aprieta la mano.

-Si claro- me dice rodando los ojos mientras niega con la cabeza .

Enamorada del mismo IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora