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(+18)
También es mi primera vez, pero como te dije no voy a hacerte daño, confía en mí— Acarició una de mis piernas para tranquilizarme, lo cual sirvió bastante. —Te quiero Haru~ —
Sonreí internamente junto con la emoción que corría por mi cuerpo.
—Rin, tú, ¿Lo dices en serio?—
—Haru, eres lo mejor que tengo en mi vida, contigo todo dejó ser una mierda para mí, en serio te necesito—.
Mi corazón latía como nunca junto a las miles de mariposas que recorrían mi estómago. Este chico ha despertado muchas chispas en mí, sí, aquel chico que sin saberlo ya lo conocía de mucho antes.
—Sé que tu me conoces desde hace un par de semanas, —prosiguió — Pero esto solo hará que nuestra conexión sea más fuerte—.
Narración
Antes de que pudiera articular palabra, Rin atacó el miembro del pelinegro lamiendo gran parte del tronco con su boca mientras que el menor soltaba más gemidos sonoros, al principio empezó lento y luego fue incrementando el ritmo, una sensación muy placentera que corría por todo su cuerpo como una corriente eléctrica. El de mirada rojiza siguió un par de minutos hasta que sacó el miembro de su amante de la boca.
—Estas muy rico —Su mirada era pura lujuria— Siento dejarte a medias pero ahora viene lo mejor— Con una última sonrisa volteó al menor dejando todo su cuerpo bajo su merced, acercó sus afilados dientes al cuello del contrario mientras que pasaba ambas manos por toda la espalda.
—Rin... —le miró observando como el mayor tomaba control de su cuerpo, el nombrado acercó dos dedos a la boca de Haru incitandole a que los lamiera, éste obedeció a sus peticiones y dejó que el mayor enterrara sus colmillos sobre su desnuda piel— ¡Ah!
El mayor calmó las molestias de la mordida lamiendo la zona donde ahora sangraba y lo trato de tranquilizar, del cual pareció funcionar, sonrió victorioso y despojó toda prenda, una a una, Haru no se quedó atrás y le facilitó la faena quitándose lo que le quedaba. Rin levantó las caderas del menor y acercó los dedos a la entrada introdujendolos lentamente, esto al pelinegro le incomodó, pero levantó las caderas dejando y confiando en que el mayor no le hará daño. Estuvieron un buen rato así hasta que empezaron las embestidas con ambos dedos formando una tijereta y logrando que se dilatara mejor, y eso conseguía hacerlo menos incómodo para ambos.
Un rato más y el menor sustituyó los gemidos de dolor por los de placer, su pareja conseguía hacerlo sentir amaravillado y eso que lo mejor estaba por venir.
El de mirada rojiza sacó los dedos con extremo cuidado y acercó su aliento al rostro de su compañero.
—Te deseo Haru, mi Haru... —Besuqueó lo que para Rin era jugosa, su piel, debía aprender a controlar a su bestia interior ahora que tenía al peliazul ya que no quería hacerle ningún daño. El depredador esperó a que su chico le diese permiso para continuar, no quería que ningún error suyo saliese mal.
—Tómame Rin... Tómame— En un suspiro Haru avergonzado, dió su vía libre, y además, acortó las distancias entre su entrada preparada y el bulto grande que el mayor tenía entre las piernas, provocándole un gran suspiro por el roce.
Sin esperar ni un segundo más y en un suspiro, ambos se hayaban conectados apunto de formarse un mismo ser, el mayor se adentro en un mar de placer que tuvo que retener por unos segundos, ya que debía esperar que su amante se encontrara completamente preparado.
Un poco más y las caderas del pelinegro formaban un vaivén para hacerle saber que podia moverse en libertad.
—Iré despacio...— Susurró de forma ronca en el oído del menor.
Envolvió el interior con su miembro hasta dar con el punto clave, Haru soltó un gemido por la sensación extraña pero no molesta, se decía a si mismo que necesitaba más de aquella experiencia nueva.
Los ritmos lentos no se hicieron esperar al igual que los constantes gemidos y suspiros de ambos.
El pelirosado exploraba con su mano una vez más la piel suave y perfecta del menor, bajó hasta el miembro de éste y sin dudarlo lo agarró, Haru le miró y recibió una sonrisa satisfactoria del mayor.
—Solo disfruta... — Su único objetivo era el que su compañero pudiese disfrutar y experimentar todo aquello siempre y cuando sea él, quien lo haga.
Las embestidas al igual que su mano puesta en su miembro, aumentaron de ritmo, los pocos gritos de dolor fueron sustituyendose por gemidos puros y altos. Una de las manos del pelirosado sujetó con firmeza al menor y lo volteó dejando a éste debajo y a su completa merced. Las embestidas rápidas continuaron y posó sus labios en cada rincón de piel de su compañero.
—Oh...Rin...quiero más...— Jadeó Haru.
—Oh... Tu mandas pequeño...— Sujetó ambas piernas y las elevó para poder llegar al punto mucho mas profundo. Siguió dándole a golpes con la excitación que le provocaba oír a su pareja gritar—. Joder....Te quiero Haru...— gruñó de entre gemidos.
—Y yo a ti, Rin... —Abrazó al pelirosado mientras ambas frentes se juntaron, se amaban, de eso podía arriesgarse el menor, solo importaban ellos en ese mismo instante.
Acortaron las distancias y se besaron con profundidad, provocando que los gemidos constantes fuesen callados por segundos. Aún habiéndose separado a escasos milímetros un hilo de saliva los unía, disfrutando de cada caricia y de cada beso.
—No puedo más Rin, dios... —
—Vamos a hacerlo juntos ¿Si? — Abrazó al menor con seguridad y hundió el rostro en su pecho, unas últimas embestidas y ambos se corrieron a la vez, uno dentro del otro y en el abdomen de ambos.
Rin frenó el ritmo poco a poco y se quedó un rato ahí, sintiendo el calor que su amado le proporcionaba. Al poco tiempo se salió, y se dispuso a abrazarlo sin una palabra más, únicamente el sonido de sus respiraciones agitadas. El moreno sonrió por fin, se sentía lleno y feliz por una vez.
—Quedate aquí conmigo Rin, ya nos lavaremos mañana... —Susurró avergonzado, quizás era poco higiénico no hacerlo, pero simplemente necesitaba a su tiburón a su lado, porque se sentía protegido, y porque el más noble y elegante delfín, se había enamorado de ese depredador apuesto.
Y sin saberlo ambos sonrieron, ya no les importaba nada más.
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Otro amor renace, sin saberlo, entre Kou y Makoto. Éste ha estado pensando mucho en Haru, pero al final gracias a Kou, un simple cosquilleo en el interior del peliverde y floreceria algo más entre la pareja.
Todo cambiaría cuando en el baile de la escuela, la tímida pero ingeniosa pelirroja confesaría sus sentimientos por fin y gracias a su mejor amiga. Esto al principio a Makoto le desconcertó, y quería abrir una nueva etapa en su vida, así que sin más y en un impulso, se acercó a la menor y juntaron sus labios en un esperado beso.
Fue desde entonces que algo bonito surgiría de una amistad desde hace tiempo.
*****Fin*****
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Hewwo! Creí necesario que esta historia se merecía un final nada forzado, un final abierto ✌️
Gracias a todos por leer... :3 nos vemos a la proxima uwu.
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Enamorado De Un Tiburón [RinxHaru] (Completa)
FanfictionAviso: Historia no basada ni continuada en la serie de Free! Esta completamente hecha por mí. Haru, un apasionado del mundo acuático y sobretodo de los delfines, cambiará su vida al toparse con un.. tiburón. Sí, un tiburón; fama de depredadores y cu...