¿Te conozco?

445 35 2
                                    

Aviso:> Esta historia contendrá el concepto de amor lento.

>Posible Makoharu y Reinagisa, mas adelante se irán añadiendo mas.

>Comenten y votad si os gusta.

*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*.*-*


- Sí claro. - dijo posicionándose frente a él, demasiado cerca.

- ¿Cómo supiste que vivía aquí? - Trató de alejarse, lo estaba poniendo nervioso.

- Fue casualidad Haru, nada más. - Sonrió Rin nervioso, notando la lejanía que provocaba el pelinegro.

- Estás todo empapado, arriba hay una ducha por si quieres.. Ya sabes. - "¿Le he ofrecido la ducha a un casi desconocido? Él me salvo.. es lo único que puedo hacer."

- Que amable, te lo agradezco. - dijo no sin antes dedicarle una sonrisa y subir las escaleras hasta desaparecer de la vista del ojiazul.

Eternos minutos pasaron, Haru tenia sueño, pero no iba a dormirse con el pelirrojo en casa, seguía sin fiarse. Si bien lo había salvado de unos acosadores no negaba la idea de que fuese peligroso; esperó en el sofá, observando a sus colorados peces. Rin regresó, con una toalla albina rodeándole la cintura, el pelinegro se avergonzó a mas no poder, apartó la mirada evitando todo contacto visual.

- A-Ahora te presto algo. - comentó Haru apresurándose hacia el cuarto, seguido del pelirrojo.

- Oye siento aparecer de la nada en tu casa, sé que no nos conocemos. Pero no tengo a donde ir. -

- ¿No tienes donde ir? -Rin negó. - ¿Ni casa, ni familia..? -

- Mi familia no tengo idea de donde están. - dijo indiferente, arrimando los hombros.

Se formó un silencio bastante incómodo; el pelinegro se sentía como la peor persona, no debió preguntar eso, pero por algo tuvo que empezar. Le ofreció un pijama bastante cómodo, del cual el mayor no dudó en aceptar, Haru le dejaría dormir aquella noche.

- ¿Sabes? No sé que pensaras de mi pero, siento que te conozco desde hace mucho. - Espetó el menor sentándose en la cama, nervioso.

- ¿No dirás del día en el acuario? - Imitó la acción del ojiazul.

- No no, de mucho antes. - Fijó su mirada al suelo.

- Creo que yo también. - Contestó cortante.

- Bueno, i-iré a dormir al sofá, puedes quedarte en mi cama si deseas. - Dijo para coger las sabanas del armario y dispuesto a bajar.

- Gracias, espero no causarte problemas. - respondió sonriente causando un sonrojo en el ojiazul, a lo que éste no dijo nada y se fue.

"Voy a conocerte a fondo Haru, y luego serás mio, ni siquiera ese tal Makoto me quitara de tu lado" Sonrió para si mismo, acostándose en el suave colchón, deleitando el dulce aroma del pelinegro.

La calorada mañana llegó, y cierto peliverde llamaba temprano al timbre de una casa en particular, con intenciones de dar explicaciones de lo ocurrido el día anterior; si, era la casa de Haru.

Enamorado De Un Tiburón [RinxHaru] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora