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LONDRES, INGLATERRA.

– pero papá, yo no me quiero mudar a Moscú. – exclamó la chica.

– ya hablamos de esto Katya, nos iremos en pocos días y no me harás cambiar de opinión. – sentenció el hombre.

K– mamá, dile algo...

– ya oíste a tu padre, además tú y Lena iran al mejor colegio de Moscú, no entiendo cual es el problema.

L– el problema, es que no quiere dejar a su tonto noviesito – dijo sin quitar la vista de su móvil.

– ¿Katya tiene novio? – preguntó él hombre impresionado.

L– claro, desde hace 3 meses.

K– eres una bocona Elena – dijo con cierto enojo.

L– oops, se me salió, bueno padre, yo si estoy de acuerdo con mudarnos a Moscú.

– me alegra oír que al menos una de mis hijas si me apoya. – dijo resaltando las últimas palabras.

L– amm, ¿papá?

– dime, cielo.

L– ¿puedo salir con Nastya?, por favoor – dijo haciendo un puchero.

– claro que si hija, solo no llegues tarde, tenemos que empezar a empacar.

L– así lo haré – vió a Katya y sonrió de forma sarcástica – bueno yo me retiro, adiós hermanita.

(Esta era la familia Katin, esta conformada por Sergey Katin un hombre alto, cabello castaño, ojos grises. La siguiente es su esposa Inessa Katina, la mujer es de estatura promedio, pelirroja, ojos verdes esmeralda. Después sigue Elena Katina o Lena ya que así le dicen sus amigos y familiares, esta es una hermosa pelirroja al igual que su madre, la única diferencia son sus ojos, los de Lena son una combinación de verde y gris. Y por último esta Katya Katina, es la hija menor, la chica es el mismo retrato de su padre solo que versión mujer).

La pelirroja tomó su bolso y salió de la mansión, tardo solo 15 minutos para llegar al centro comercial, donde se encontraría con Nastya y sus demás amigas.

N– Lena, que bueno que llegas, no te imaginas a quien acabamos de ver – dijo con emoción.

Lena sólo alzó una ceja, y espero a que le dijeran.

– ¡vimos a Andrey!

L– Sonia, ya les dije que no me importa, ese chico no me atrae.

– pero si es muy atractivo, no sé cómo no te puede gustar.

L– simple, no me gusta andar con patanes mujeriegos,  mejor cambiemos de tema, me aburre hablar de él.

N– ok, entonces caminemos.

– chicas, ¿ya vieron la nueva línea de Prada? – dijo de repente, para romper la tensión.

L– ¡sii! Los bolsos son increíbles, es más, vallamos a buscarlos. – dijo animando a las otras tres chicas.

– ay, yo quería un helado. – hizo un puchero.

S– Petra, lo compraremos cuando encontremos esos bolsos.

P– bueno – dijo triste.

L– esta bien, vamos por un helado.

P– ¡genial! – exclamó emocionada la chica.

Una vez dentro, las chicas comenzaron a hablar animadamente, pero eso se acabó ya que alguien no muy importante para la pelirroja se acercó a su mesa.

– hola Lenita, – saludo el chico.

L– Andrey, ¿cuando entenderás que nunca aceptaré salir contigo? – dijo irritada.

A– oh, vamos, no te hagas la difícil.

L– ¿podrías irte? Haces que me duela la cabeza.

A– lo haré, pero solo responde mi pregunta.

L– adelante, hazla.

A– ¿por qué no quieres salir conmigo?

L– ah, porque...– pensó en decirle que ella jamás saldría con un patán como él, pero se le ocurrió algo mucho mejor – es que... Soy lesbiana – dijo para después tomar un poco de su malteada. – ¿ahora ya te puedes ir?

Tanto las amigas, como el chico estaban completamente sorprendidos por la respuesta de la pelirroja, quien diría que la heredera de los Katin sería lesbiana, eso sin duda sería un gran escándalo, y el chico no perdería la oportunidad de exponerla ante todo el colegio.

A– vaya, eso explica muchas cosas, bueno chicas tengan un lindo día, yo me retiro. – el chico salió rápidamente del lugar.

N– ¿en verdad eres lesbiana? :0

La pelirroja casi se atraganta con su malteada.

L– jajaja, obvio no, solo lo dije para que se fuera.

S– ¿si te das cuenta de lo acabas de hacer?

L– ¿qué cosa? – preguntó sin preocupación alguna.

P– se lo dirá a todos en el colegio.

L– por mi, que haga lo que quiera, en una semana saldremos del colegio, cuando estemos en tercero todo esto lo habrán olvidado. – tomó nuevamente de su malteada – oh, por cierto les tengo una mala noticia chicas.

N– ¿de qué se trata?

L– me mudare a Moscú.

S– oh por dios – dijo sorprendida – ¿qué haremos sin ti Len?

P– exacto, no puedes dejarnos.

L– pues me temo que así será.

N– ¿y por qué no convences a tu padre, para qué puedas quedarte?

L– eso es imposible, mi padre y los Volkov harán un contrato, y dudo que deje pasar esa oportunidad.

S– ja, ni siquiera yo dejaría pasar esa oportunidad.

P– ¿por qué lo dices? – preguntó con curiosidad.

S– los Volkov son muy importantes en casi toda Europa, son dueños de los hoteles más lujosos, y se podría decir que son  dueños de la mitad de las empresas Modson. – dijo con emoción la rubia.

N– vaya, si que son importantes.

L– ya lo creo, ni siquiera sabía eso.

S– promete que nos llamaras por lo menos una vez a la semana.

L– lo prometo chicas.

P– en verdad te extrañaremos Len – dijo casi al borde de las lágrimas.

L– ay, ven aquí. – la castaña se paro he inmediatamente abrazo a Lena. – Nastya, ¿podrías pagar por favor?

N– claro.

L– vayamos afuera. – camino aún abrazando a Petra. – calma, prometo que te marcare, pero ya no llores, ¿si? – se separó de la chica y limpio sus lágrimas con  un pañuelo. – ¿ya estas mejor?

P– si... ¿Y las chicas?

L– ahí vienen.

S– oigan, ¿aún iremos por esos maravillosos bolsos? – dijo sonriendo.

N– obvio, así que andando chicas.

Pasaron tienda por tienda hasta que por fin encontraron sus costosos bolsos, las chicas realmente estaban encantadas al verlos.

FAKE LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora