MOSCÚ.
La primera en despertar fue Eli, tenía un terrible dolor de cabeza, bajo a la cocina, buscó un par de pastillas en la cajonera, tomó una y volvió a subir.
E– ¡chicos, es hora de levantarse! – exclamó mientras abría las cortinas.
L– pero que demonios... Eli, no molestes. – dijo tapándose la cara con una almohada.
Y– si, solo 5 minutos más.
E– nada de eso, ¡arriba! – quitó la almohada y comenzó a golpear a todos. – ¡levantense par de flojos!
V– oh mierda, mi cabeza estallará.
R– la mía igual.
Y– ¿alguno sabe qué hora es?
E– son las 2 de la tarde.
R– rayos, debo irme chicos... – se paró rápidamente.
L– por favor, no te vayas, solo come con nosotros.
Los demás chicos veían sorprendidos, ya que Lidia se estaba portando amable con el chico.
L– ¿qué? – preguntó, ya que todos la miraban raro.
Y– no, nada... Pero en verdad, quédate a comer, después te puedes ir.
R– esta bien, y a propósito, ¿qué comeremos?
E– ordenare pizza, ¿les parece?
Los chicos solo asistieron.
E– bajemos a la cocina, les daré algo para el dolor de cabeza.
Al bajar la chica les entregó una pastilla; Lidia ordenaba la pizza por teléfono, mientras tanto Yulia, Vitya y Ruslan, se encontraban en la Sala principal.
V– ¿estas segura de qué no me pasará nada? – preguntó un poco dudoso.
Y– esta todo calculado, no te pasará absolutamente nada, ahora vamos a las escaleras, ¡Ruslan, trae la cámara!
Vitya llevaba la tabla de surf, éste se subiría en ella para después deslizarse por las escaleras.
Y– ¡empieza a grabar!, ¿estas listo? – preguntó a Vitya.
V– supongo.
E– ¿pero qué cosa piensan hacer ustedes? – dijo entrando a la sala junto con Lidia.
Y– ¡solo es un juego, relájate!
E– ¡Volkova! ¡Baja de ahí, antes de que hagas una estupidez!
Fue demasiado tarde, pues la pelinegra ya había arrojado a su amigo.
V– ¡ahhhhhh! ¡Esto se siente raro! – gritó mientras bajaba a toda velocidad por las escaleras.
Vitya no pudo aterrizar bien, antes de caer esté metió el pie, eso ocasionó que se lastimara.
L– ¡Vitya! – corrió rápidamente hacía él – ¿te encuentras bien?
V– me duele mucho el tobillo, ayudame a levantarme. – Ruslan se acercó y lo ayudó. – ¡mierda, ahora duele más!
L– hay que llevarlo al hospital.
E– ok, llamaré al chofer.
La morena solo veía todo desde arriba sin decir ninguna palabra, después de unos segundos reaccionó y bajo a ver a su amigo.
Y– Vitya, en verdad... Lo siento, no pensé que fallaría y...
V– ya no importa, – interrumpió – yo fui el que metió la pata. – ambos rieron. – aunque si fue divertido al principio.
ESTÁS LEYENDO
FAKE LOVE
RandomEl amor es un sentimiento inevitable que surge sin ningún sentido alguno, pero en algunas ocasiones sin darte cuenta te enamoras de una versión de una persona que solo has creado en tu cabeza, pero para ti es la mejor, vez en sus ojos tu seguridad y...