FAKE LOVE

XVI

<<MOSCÚ>>

L- creo que será lo mejor, los reporteros te seguirán a todas partes, no quiero que te sigan molestando. - dijo angustiada.

La rubia asimilaba las palabras de su madre, tenía razón, no quería que la siguieran molestando los paparazzis, pero por otro lado, no quería separarse de ella, la necesitaba.

Y- esta bien iré...

L- perfecto, haré unas llamadas para ver donde nos instalaremos.

Y- ah, ¿mamá? ..

L- dime..

Y- ¿cuánto tiempo me quedaré?

L- no lo sé Yul, esa sería tu decisión. No creo que quieras terminar la preparatoria allá, ¿o sí?

Y- créeme ni yo lo sé, tres años es mucho, y más sí no te puedo ver, además extrañare a Eli. - contestó preocupada.

L- en mi opinión sería lo mejor, en ese tiempo las cosas se calmaran. Pero... Podríamos irnos las dos, me haré cargo de la empresa y de los hoteles desde allá.

Y- mmm... ¿Estas segura qué podrás? - pregunto dudosa.

L- claro que si hija, sabes que no hay nada más importante que tú. - dicho esto se abrazaron. - bueno, será mejor que vayamos a empacar. - dijo sonriente la mujer.

Yulia se sentía feliz de que su madre estuviera para ella, sabía que eso no le duraría ya que su madre se haría cargo de los negocios familiares y no le prestaría la atención necesaria, así que trataría de disfrutar el poco tiempo que le quedaba, también estaba pensando en como decírselo a Eli, siempre habían estado juntas y sería demasiado difícil separarse de ella, pero se portaría demasiado egoísta solo para tener paz mental. Esperaba que la chica lo entendiera y no se enojase con ella por esa decisión tan repentina.

Tomó el teléfono que estaba en la sala y marco a ese número que tanto le costó aprenderse de memoria.

Y- hola, ¿cómo estas?

E- muy bien, te puedo preguntar algo.

Y- sii....

E- ¿te pasa algo?

Y- noou, ¿por qué dices eso? - pregunto nerviosa.

E- vaya si que eres pésima mintiendo, te recuerdo que cuando marcas no dices "hola ¿cómo estas?" Así que sueltalo Yul.

Y- rayos me conoces demasiado bien, esta bien te tengo malas noticias, pero no te las puedo decir por aquí, necesito que vengas a mi casa.

E- bien, estaré ahí en una hora.

Y- Eli...

E- dime.

Y- ¿puedes comprarme comida china?

E- que mañosa, esta bien, pero me la pagarás en cuanto llegue a tu casa.

Y- si, bueno cuidate, bye.

E- si que estas rara ehh, bye. - dijo esta para después colgar.

Una hora más tarde Elí ya se encontraba frente a las grandes puertas de la lujosa mansión.

E– Volkova, dile a tú empleado que habrá las malditas puertas, traigo a mi chofer, y no pienso bajarme y caminar hasta la puerta de tú casa, ¿okay? – habló desesperada.