15: La Profecía (Final)

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Narrador

En las grutas se encontraban los Vastayas y Morgana, por alguna extraña razón ninguno de ellos se había acercado al ángel caído, le tenían miedo y desconfianza de que sólo fueron truco, para que los humanos dieran con ellos y después los liquidaran.

Morgana no le tomaba atención alguna a que estuviera sola, ni al miedo que le tenían, simplemente esperaba el regreso de firex para que pudiera regresarla a su hogar.

- Morgana. - Escuchó un pequeño susurro su nombre, no estaba segura completamente pero ella, creyó haber escuchado la voz de su hermana, si eso era cierto sabía que estaban en peligro completo.

- Oigan, escuchenme. - Le habló a los Vastayas, mas ninguno le respondió. - Deben quedarse ahí y no mover ni un solo músculo, ni siquiera hablar, creo que algo malo está a punto de pasar.

Xayah se levanto junto a Neeko pensando que ella es la responsable.

X: ¡Sabia que no eras de fiar!

N: Neeko molesta contigo.

M: Por favor, no hagan ruido, ella debe estar... - En eso se ve como algo o alguien golpea a morgana, estrellándola contra la pared.

K: Al fin te encuentro hermana.

M: Kayle...

- Tu hora de pagar tus pecados ha llevado.

Morgana logro sacársela de encima, desplegó algo de su poder y miraba a su hermana.

- Kayle por favor... ¡Ya quiero volver a casa! - La mencionada no le tomó importancia alguna, solo quería acabar con su vida.

- No iras a ningún lado.

Antes de que continuar con la pelea volteó a su derecha y vio que ahí estaban los últimos Vastayas con vida, regresó su mirada a su hermana, pensando que ella era la responsable de querer eliminarlos.

- Los últimos Vastayas, los tienes presos aquí, para robar su magia.

- Kayle, no... Claro que no. - Kayle alzo vuelo preparó su espada para acabar con Morgana.

- ¡No te perdonare jamás! - Morgana lanza su stun, inmovilizándola unos segundos, luego lanza varias cadenas de oscuridad a su hermana con la intención de dejarla completamente inmóvil para que pudiera escapar.

- Lo siento... he vivido demasiado tiempo en la oscuridad y ya estoy cansada de esto, por fin tengo la oportunidad de regresar a la luz y no dejaré que tú me lo impidas... mi hermana, que alguna vez creyó en mí sin importar que.

Las cadenas estaban envolviéndola pero Kayle no se dejaría vencer tan fácilmente; de un momento a otro, sus alas empezaron a brillar y su casco se empezó a resquebrajarse, todo su cuerpo irradia una energía increíble, cubriéndose en luz radiante, creando varias espadas a su alrededor y un círculo celestial en el centro de esta.

- No iras a la luz... Hermana. - De un movimiento, las cadenas cayeron del cielo, junto a las espadas, lastimando a Morgana severamente, dejándola en el pisó inmovil, mientras su hermana se acercaban a ella con su espada en mano para terminar de una vez por todas, esta rivalidad.

- Kayle... Te lo... Ruego.

- Perdioname... Esto tenia que pasar. - Alza su espada y Morgana con lágrima en sus ojos sabía que su vida se acabaría, los Vastayas tan sólo observaban lo que estaba ocurriendo, no querían tomar partido, ya que aquella Ángel, era más poderosa que todos ellos juntos sabían que no serían de ayuda.

El Creador De Los VastayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora