❝La Sobrina De Saitama❞ ❛One Punch Man&Tú❜

Justicia Inquebrantable.

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La fuerte lluvia azotaba la ciudad, haciendo eco en los edificios de esta. Por lo general, sería un sonido relajante de escuchar.

No esta vez.

Genos luchaba contra el Marino macho que aún seguía vivo. A punto de morir, destrozado.

Cuando el Kaijin estaba a punto de matarlo, una bicicleta golpea de la nada su espalda, haciéndolo girarse confundido y molesto.

— ¡Choque de justicia!— El hombre que tiró la bicleta lucía cansado y bastante fatigado, seguramente por haber venido a toda velocidad hasta acá.— El ciclista de la justicia. ¡El ciclista sin licencia está aquí!

Genos quien miraba todo esto, se giró como pudo a observarlo mejor;— ¿El primero en clase C?

Mientras tanto, al hacerlo, pudo observar a lo lejos, como una pequeña niña de cabello blanco se encontraba en el piso con las mejillas muy rojas. Sus pupilas de achicaron al darse cuenta de quien se trataba.

— Sen… sei…— Murmuró como pudo. Haciendo que el Marino lo mirara, para después mirar la misma dirección que él. Se sorprendió al verla ahí, intentando respirar con dificultad.

Sonrió con cinismo e iba a acercarse a ella;— Que tenemos aquí.— Pero antes de acercarse aún más, el grito del mayor lo llamó.

— ¡Ven aquí y pelea conmigo! ¡No con una niña!— Gritó intentando que el Marino dejara a la menor. Quien no podía moverse de la fatiga y debilidad que sentía en todo su cuerpo.

< Ojala el tío Saitama venga pronto…> fue lo que pensó intentando abrir sus ojos con dificultad. Sólo para después cerrarlos de nuevo.

— No. No vayas…— Intentó decir Genos. Buscando el mismo objetivo que el ciclista.

Que no se acercara a la menor.

Las personas miraban la escena con sorpresa y miedo. En su interior querían que la menor se levantara y siguiera luchando, pero esta se veía realmente cansada. Además, de inmediato se arrepintieron.

Poner sus esperanzas en una niña…

Además, el ciclista sin licencia no era muy fuerte. ¿Qué esperanzas les daría él?

— ¡Gah…!— El ciclista sin licencia se acercó corriendo a él, al notar que el Marino los había ignorado y estaba a punto de tomar a la menor.

— Me aburres tanto.— Masculla el Marino girándose hacia el ciclista.

Cuando el ciclista sin licencia iba a golpearlo, empezó a hacer un discurso motivación o algo así.

Conmoviendo los corazones de las personas, incluso el tuyo, pero sólo te limitaste a quedarte sufriendo en el suelo. Mientras los demás lo apoyaban.

Claro, eso no cambio el resultado de las cosas. Fue lanzado al aire cuando el Marino lo golpeó. Cayendo en los brazos de cierto héroe de capa blanca y cabeza deslumbrante.

— Buena pelea amigo, deberías estar orgulloso.— Comenta Saitama mirando al ciclista con una sonrisa.

El Marino lo nota y se acerca a él con furia;— Otro pedazo de basura, eh.— Mira de reojo a la menor.— Me encargare primero de esta chiquilla que mató a mi pareja.— Saitama desvío la mirada a donde el Kaijin, notando horrorizado como la menor de cabello blanco era levantado por este. Como una simple muñeca de juguete. Se quejó un poco al ser jalada de su cabello, sus pies dejaron de tocar el suelo.