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— Vamos hija, ven. — le dijo su padre mientras se paraba y tomaba la mano de Millie.

— No, papá. Estoy muy cansada. — le puso de excusa y sonrió mientras veía a Jacob de reojo.

— Vamos, Mills. Aquí está tu... ¿Amigo? — dijo Charlie.

— Es que estoy cansada. — le contestó Millie al borde del colapso.

— ¿Saben? Tiene razón, es tarde y debería irme. — dijo de repente Jacob.

Millie volteó a mirarlo y el solo hizo una mueca, la castaña lo miro triste y Jacob solo asintió.

La familia no entendía nada, ¿Qué había pasado?

— Nos vemos otro día ¿Si? — les dijo Jacob.

Paige asintió y sonrió.

El castaño tomó su chaqueta y caminó hacia la puerta principal. Cuando pasó junto a Millie, besó su mejilla.

Cuando el chico salió por la puerta, Millie suspiró y miró a su familia.

— Quiero... dormir. — les dijo y comenzó a subir las escaleras.

Al llegar a su cuarto cerró la puerta y recargó su espalda en ella, volteó a ver hacia el techo.

¿Cómo saldría de esta?

Si teléfono vibraba una y otra vez, lo que indicaba que alguien le estaba marcando.

La castaña hizo una mueca y se quejó mientras trataba de encontrar su teléfono con los ojos cerrados.

Cuando lo encontró, abrió los ojos y contestó sin ver el nombre.

— ¿Si? — dijo adormilada.

¡Mills! ¿Qué tal? — contestó una voz conocida, al otro lado de la línea.

— Bien ¿Qué necesitas?

¡Bien! Tengo que hablar algo contigo.

¿Ah sí? ¿Qué?

Sobre tu novio, ayer en la noche vino a hablar conmigo. — Millie abrió los ojos y miró por fin el nombre.

"Finnie."

— ¡Espera! ¿Qué?

Lo que escuchaste. — dijo el chico mientras soltaba una risita. — no es nada malo... creo. Aún así quiero hablar contigo en persona, ya que quiero que conozcas a alguien especial.

Okay, solo dejame arreglarme, Finn.

¡Genial! Te veo en media hora. Paso por ti, adiós.

El chico colgó y Millie no podía creer lo que estaba pasando.

Sonó la bocina de un auto afuera. La chica frunció el ceño y miró por su ventana.

Era Finn, quien bajaba de una clase de auto. Traía una camiseta de cuadros abierta que dejaba ver una camisa blanca, unos jeans y unos converse.

Millie pudo ver a alguien en el asiento del copiloto, pero por la ventana no se podía ver bien quién era.

El timbre sonó y bajo corriendo.

— ¡Mamá! ¡Ya me voy! — le gritó a su madre.

— ¡¿Millie?! ¿A dónde vas? — le preguntó interponiéndose en su camino.

𝙵𝙰𝙺𝙴 𝙻𝙾𝚅𝙴 ➳ 𝐅𝐈𝐋𝐋𝐈𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora